La mascarilla es uno de los principales insumos que, durante los últimos dos años, ha sido utilizado como método de barrera para la prevención de los contagios de la COVID-19, ya que entre las principales formas de transmisión están los aerosoles y las partículas. En la medida que se ha avanzado en el estudio del virus, expertos afirman que es determinante conocer cuál es el grado de efectividad de las mascarillas ante las nuevas variantes.
Recientemente, un medio de comunicación mexicano compartió los porcentajes de efectividad que los tipos de mascarillas tienen ante las variantes del virus, tomando como base datos de la Universidad Autónoma de México (UNAM), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Washington University School of Medicine.Los datos muestran que las mascarillas más efectivas contra el virus son las N95 y KN95. Le siguen la KF94, los tapabocas FFP3, FFP2 y FFP1.
No usar mascarilla conlleva al incremento en el riesgo de contagios, sobre todo en espacios cerrados.
El porcentaje de efectividad disminuye respecto a las mascarillas quirúrgicas de una capa y los fabricados de esponja, que tienen el 0%. El investigador de la Universidad del País Vasco Gorka Orive señala que los espacios cerrados son propicios para los contagios, sobre todo si no se está utilizando la mascarilla.«La contagiosidad y el tiempo de replicación de ómicron lo sitúan como uno de los virus más contagiosos que conoce la humanidad. El aire, los aerosoles y las partículas son su mecanismo de transporte; los espacios cerrados, el mejor contexto para la infección», indicó en Twitter. El llamado de las autoridades de Salud a la población es a vacunarse oportunamente y cumplir todos los protocolos de bioseguridad.