Debido a la preocupación por el alto nivel de contaminación y las consecuencias en la salud de la población salvadoreña, el Gobierno de El Salvador, por medio del Viceministerio de Transporte (VMT), impulsa diferentes proyectos e iniciativas que ayudarán a que los niveles de contaminación disminuyan de forma considerable.
Para lograr este objetivo, el viceministro de Transporte, Saúl Castelar, detalló que uno de los proyectos a desarrollar incluye la aplicación de la ley de electromovilidad, que permitirá contar con vehículos eléctricos que ya no generen tantos contaminantes.
«Ya tenemos aprobada una ley de electromovilidad para poder incorporar a nuestro parque vehicular los vehículos eléctricos. Estos tienen un nivel de contaminación muy por debajo de los mecanismos de los vehículos de combustión de gasolina o diésel, por lo que esa es otra de las iniciativas que se están buscando para tener una incidencia positiva en el nivel de contaminación», detalló Castelar.
De igual manera, informó que se están llevando a cabo pruebas piloto para que al parque vehicular nacional también ingresen unidades de transporte que utilicen la energía limpia. «Estamos haciendo ya unas pruebas piloto.
Tenemos algunos estudios que están siendo financiados por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), precisamente para promover una movilidad limpia. Antes del fin de año esperamos tener unas unidades de transporte eléctrico circulando en nuestro país», detalló.
Para el VMT también es importante acompañar estas iniciativas con la implementación de revisiones técnicas periódicas a los automóviles, las cuales ayudarán a regular la cantidad de emisiones. El más reciente Inventario de Gases de Efecto Invernadero (GEI), de 2014, en El Salvador arrojó que el sector de energía, que incluye al subsector de transporte, es el segundo más emisor de GEI, con un total del 30.7 % de las emisiones que se generan al año.
Con base en el porcentaje de las emisiones de dicho sector, las que predominan son por el consumo de combustibles fósiles, especialmente del transporte terrestre. Los vehículos emanan sustancias contaminantes que incluyen el dióxido de azufre (SO2 ), el monóxido de carbono (CO), compuestos orgánicos volátiles (COV), óxidos de nitrógeno (NOx), gases de efecto invernadero, en especial el dióxido de carbono (CO2 ).
En este sentido, y de acuerdo con el titular del VMT, se están ejecutando verificaciones periódicas que permiten medir la calidad del combustible que se distribuye en el mercado nacional. «Nosotros nos mantenemos con verificaciones aleatorias que se hacen y efectivamente ahorita hay un grado de incumplimiento que tiene que ver con la calidad del combustible que se está distribuyendo en el mercado», lamentó. En este sentido, dijo que, como institución, están trabajando muy de cerca con el Consejo Nacional de Energía (CNE) para buscar mecanismos que regulen la calidad del combustible que ingresa al país y lograr así una incidencia positiva en el tema de la contaminación.
ESPACIOS DE MOVILIDAD
De acuerdo con las autoridades de Transporte, también se están buscando nuevos espacios de movilidad adicionales que permitan brindar soluciones a los peatones y que mejoren la calidad de vida de las ciudades. Entre ellas están las ciclovías y las bicicletas.
«Las ciclovías ayudarán en gran medida, ya que todo lo que pueda ahorrar un viaje en un vehículo de combustión y lo pueda pasar a un medio no motorizado va a ayudar también a reducir la cantidad de combustión que emite el sector transporte», dijo Castelar.
En este contexto, el Ministerio de Obras Públicas, liderado por Romeo Rodríguez, se encuentra ejecutando diversos proyectos de ciclovías en diferentes puntos de la capital, con el objetivo de crear nuevos y mejorados espacios de traslado y conectividad.
DAÑOS A LA SALUD
De acuerdo con la coordinadora de Neumología del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), Liliana Choto de Parada, la contaminación ocasiona daños en el aparato respiratorio de los seres humanos y aumenta el riesgo de mortalidad cardiopulmonar, además de alterar los lípidos de la mucosa y generar asma bronquial. «El órgano número 1 que se afecta con la contaminación es el aparato respiratorio.
Empezamos con procesos bronquiales a repetición, como la alergia, rinitis o bronquitis, y estos se dan por la mala calidad del aire. A la larga, si la gente está con contaminantes fuertes, puede llegarse a producir hasta cáncer de pulmón», detalló Choto.
La doctora, además, recalcó que la contaminación ambiental puede agudizar los cuadros generados por el coronavirus. «La COVID-19 ataca directamente el tejido pulmonar y, ya con las defensas bajas que tenemos por el alto índice de contaminación ambiental, se le puede agravar, ocasionando neumonía, bronconeumonía o hasta la muerte», especificó.