Al igual que miles de salvadoreños Gerardo Cerros se vio forzado a emigrar del país en 1984, justo cuando en el país la guerra civil se volvía más violenta, entonces sus padres decidieron pedir asilo en Bélgica y felizmente se los concedieron, para ese entonces él era todavía un niño y eso le facilitó el adaptarse muy bien a ese país.
Junto a su familia se fueron a vivir a Bruselas, la capital, ahí transcurrió su infancia y adolescencia, tiempo y que aprovechó estudiar y nutrirse de la cultura belga, además de aprender francés y neerlandés, los idiomas oficiales de este país.

Ahí también comenzó a trabajar y entonces conoció a Valentine Mahieux, quien hoy es su esposa y madre de Elena Cerros. «Yo siempre extraño El Salvador y anhelo volver cada vez que puedo y como practiqué el karate, de alguna manera influí para que mi hija también lo practicara y que optara por defender los colores de nuestro país y está encantada de hacerlo», comentó.
Si bien aún está en proceso de aprender bien el español, pero hablando despacio se da a entender. «En diciembre del año pasado tuve por primera vez la oportunidad de competir en la Copa Japón, que fue el campeonato nacional y me sentí muy bien tuve un trato muy amable de los salvadoreños», dijo Elena.

En ese entonces, agregó, formalizaron su relación con las autoridades de la Federación de Karate, entre ellos su presidente Oswald Mata, y por ello han regresado al país para competir en el XIX Campeonato Centroamericano de Karate, que se realiza en la Cuna del Mágico.
«La idea es estar presente en eventos a desarrollarse próximamente como el Campeonato Centroamericano y del Caribe, así como el Panamericano», aseguró Elena, quien hoy quiere hacer algo de turismo en El Salvador, pues el año pasado no tuvieron tiempo de hacerlo.
Oro en katas
Este sábado, Elena, quien cuenta con 16 años, compitió en el evento de Kata Individual, en categoría Juvenil, disputando la final ante la salvadoreña Saraí Juárez, a quien derrotó y se quedó con la medalla de oro.
«Muy feliz con haber ganado la medalla, creo que es un buen comienzo defendiendo los colores de El Salvador y es mi deseo seguir haciéndolo a futuro, pues es una motivación muy importante para las próximas competencias», reiteró.
«Muy feliz con haber ganado la medalla, creo que es un buen comienzo defendiendo los colores de El Salvador y es mi deseo seguir haciéndolo a futuro, pues es una motivación muy importante para las próximas competencias», reiteró.
Finalmente afirmó que en Bélgica, pertenece a un club de karate y entrena ahí, pero son sus padres quienes se encargan de que nada le falte en cuanto a la alimentación, implementos deportivos y sus estudios de bachillerato.