Ser madre y esposa, llevar una carrera profesional, ser deportista, forjarse un nombre como actriz de teatro, e incursionar en el mundo de la música tocando algún instrumento, no es tarea fácil para una mujer, pero superando todo tipo de prejuicios y obstáculos, Elizabeth Martínez de Hernández, ha podido cumplir todas estas facetas en su vida.
«Mi relación con los autos inició cuando yo tenía 8 años y mi papá me enseñó a manejar, pero ya a nivel competitivo me involucré allá por el 2008 cuando iba con mi esposo en calidad de espectadora a las competencias de Cuarto de Milla, en una ocasión él no pudo competir por motivos de viaje y me pidió que yo lo representara en el club al cual pertenecía, pero lo hice como asistente de logística y ahí me convencieron para que compitiera», recordó.

Agregó que si bien le atraía competir, no se atrevía por dos cosas, primero porque su esposo se oponía y segundo porque en ese entonces no había ninguna mujer corriendo autos y sentía pena, pero un día motivada por unos amigos rompió el hielo y debutó como piloto de Cuarto de Milla.
«Cuando comencé en esta modalidad sufrí las burlas y el rechazo de los hombres y si bien eso me incomodaba, logré superarlo sin antes vencer a varios de ellos y meterme en el podio, pero superada esta etapa, llegó el momento de correr en un circuito, lo cual es algo ya más complicado», comentó.

Elizabeth (Ely para sus amigos), afirma que competir en un autódromo no es fácil tanto por los costos de mantenimiento del vehículo, como por los requisitos que los organizadores establecen, pero igual una vez más se atrevió con la ayuda de patrocinadores debutó en la categoría de Iniciación.
«En 2009 competí en un ¼ de Milla realizado en el Autódromo El Jabalí y en mi categoría lo hicieron 30 autos y solo yo era mujer, el resto hombres y me ubiqué en cuarto lugar y me gané un trofeo, esto me motivó para meterme de lleno a correr en el circuito, me convencí de que sí podía hacerlo y hasta el presente me mantengo activa», aseguró.

Su pasión por las artes
Pertenece al grupo de teatro Auto Único con el cual en la actualidad preparan una obra basada en las vivencias de la pandemia y es escrita por Carlos Alfaro, quien es el director.
Su primer contacto con el teatro fue cuando ella estudiaba bachillerato en el Colegio Divina Providencia, ahí en 1987 su maestra de letras montó un concurso de teatro, pero Elizabeth era asidua espectadora al teatro y en una ocasión vió un monólogo titulado «Antes del Desayuno».
«Me impresionó tanto que le consultó a la maestra que si un monólogo contaba para el concurso y le respondió que sí, entonces le propuso hacerlo, fue así que consiguió el libreto y lo actué», recordó.

Entre las obras que ha realizado están: La Colina, La Orgía, Asesinato en la Catedral, El Sargento y el Borracho, Ganas de Reñir, El Malentendido, El Sueño, Walkiria, La Gente de mi Pueblo, El Cerdo de Oro, Corpus, Calígula yactualmente ensayan «Crisis y Resurrección en el Coronavirus».
Ha formado parte de los grupos de teatro: Galatea, Ical, Compañía de Teatro UTEC y actualmente en «Acto Único».