La embajada de Estados Unidos intentó presionar al Estado salvadoreño por medio de Jean Manes, quien fungía como encargada de Negocios, en temas sensibles de país, que van desde la liberación de políticos detenidos por negociar con pandillas, la no ejecución de juicios contra exfuncionarios, la no reelección del fiscal general de la república, entre otros.
El presidente de la república, Nayib Bukele, informó ayer en Twitter que en la última reunión que sostuvo con Manes, antes del 16 de septiembre pasado, la diplomática estadounidense le pidió la liberación del exalcalde por ARENA de San Salvador Ernesto Muyshondt, así como la no reelección del fiscal Rodolfo Delgado.
Además, le pidió a Bukele que no se procediera en contra del expresidente de la república Alfredo Cristiani, también del partido ARENA, ni contra el exfiscal general Douglas Meléndez.
El mandatario indicó que Manes solicitó detener los arrestos de exfuncionarios areneros y efemelenistas implicados en el caso de los sobresueldos financiados con gastos reservados de Casa Presidencial durante administraciones anteriores.
Muyshondt guarda prisión acusado de agrupaciones ilícitas y fraude electoral, derivados de negociaciones con pandillas en el marco de la elección presidencial de 2014, caso que también salpica al entonces candidato presidencial por ARENA, Norman Quijano. Delgado, por su parte, fue elegido por la Asamblea Legislativa como fiscal general de la república el pasado 1.º de mayo, en sustitución de Raúl Melara, quien previo a su nombramiento mantuvo constantes acercamientos con el partido tricolor, del cual también fue financista.
Melara fue asesor jurídico de la campaña presidencial del candidato de ARENA Carlos Calleja en la pasada elección.
En tanto, Cristiani, quien ganó la presidencia con la bandera tricolor en 1989, es señalado de haber recibido $5.5 millones de fondos de la partida secreta de Casa Presidencial casi al final de su mandato.
También podría enfrentar la justicia por el caso de la masacre de seis sacerdotes jesuitas y dos de sus colaboradoras, cometida el 16 de noviembre de 1989, en el marco de la ofensiva armada del FMLN.
Por otra parte, Meléndez ha sido denunciado ante el ministerio público por omisión de investigación, fraude procesal y falso testimonio.
El exfiscal fue señalado de manipular las investigaciones en el caso de corrupción que condenó al expresidente Antonio Saca. Bukele dijo que ante estas peticiones le dijo a Manes que «no tenía facultad para liberar a Ernesto Muyshondt […], que creía que Rodolfo Delgado había hecho un buen trabajo […], que no tenía nada personal contra Alfredo Cristiani ni contra Douglas Meléndez […], que no intercedería ante la Fiscalía por ningún delincuente, aunque no presionaría personalmente por sus enjuiciamientos».
Otra de las solicitudes de la encargada de Negocios fue que no se aprobara la ley de agentes extranjeros, con la que se busca transparentar los fondos que reciben organizaciones no gubernamentales, muchas de las cuales desarrollan actividades con fines políticos.
Tras la salida de Manes, Bukele recibió una solicitud de reunión de Brendan O’Brien, el nuevo encargado de Negocios de EE. UU. en nuestro país, a quien le manifestó que El Salvador sigue interesado en reparar la relación bilateral y le ofreció toda la cooperación posible. «Pero le recordé que nuestra independencia no está a la venta», indicó Bukele.