¿Qué es un emprendedor? La definición de este término tiene una gran magnitud; sin embargo, este se utiliza mucho en el área del desarrollo personal relacionado con los negocios y las grandes empresas.
Si podemos definirlo, sería así: un emprendedor es una persona que identifica una necesidad y conociendo los riesgos emprende la acción de organizar los recursos necesarios para convertirse en creador o fundador de una empresa o negocio, con la finalidad de solventar la necesidad obteniendo una respectiva ganancia. Fuente: Wikipedia.
Pero ¿será que la palabra «emprendedor» nos queda a todos? Hagámonos una idea. En El Salvador hay un estimado de 360,000 micro y pequeñas empresas (mypes) y se calcula que su peso económico es de alrededor de 35 % al 38 % del producto interno bruto (PIB, indicador económico que refleja el valor monetario de todos los bienes y servicios producidos por un país) pero en nuestro país tenemos una población alrededor de los 7 millones de habitantes. Esto representa al menos un 5.1429 % de personas dedicadas a un sueño, una meta, que es tener su propio negocio.
¿SERA SENCILLO SER EMPRENDEDOR?
Analicemos qué características debe tener una persona que decide emprender y poner su propio negocio. Un emprendedor debe tener iniciativa. La iniciativa es aquella idea que se presenta cuando notas que tienes un producto que es llamativo para otras personas y aprovechas crearlo y comercializarlo para suplir esa necesidad. Otra característica que debes poseer es ser eficaz. Esta nos hace aprovechar por completo los recursos que utilizaremos para la implementación de la idea, calculando perfectamente la inversión correspondiente a tiempo, dinero, materia prima y mano de obra (muchas veces tu propia mano de obra). Otra característica que debes tener es la estrategia. Ahora, con las redes sociales, puedes perfectamente potenciar tu emprendimiento donde puedes mostrar tus servicios y productos donde la constancia te hará una gran presencia en estos medios y así ser muy conocida tu marca o tu nombre personal dependiendo de qué vas a emprender.
Estas características se pueden medir, pero hablemos de las características que no se pueden medir, como las emociones adecuadas para emprender. Comencemos con la paciencia. Una persona que decide emprender debe saber que la paciencia con la estrategia rendirá sus frutos en un tiempo prudencial de al menos seis meses. Anteriormente un negocio, para darse a conocer, necesitaba al menos de uno a dos años, pero la tecnología nos ha ayudado a acortar ese tiempo a través de las redes sociales si sabemos utilizarlas.
Ahora hablemos de la perseverancia. Esta nos mantendrá en la línea recta donde queremos caminar y saber que, con una buena agenda, esfuerzo, paciencia, estrategia, podremos llevar a cabo nuestro emprendimiento. Ser perseverantes no es para todos, pero todos podemos ser perseverantes, más si es nuestra idea y fruto el que queremos que crezca. El ser perseverante no quiere decir que le dediques todo el tiempo a tu negocio, debes saber las horas adecuadas según su rubro.
Sabemos que la emoción y las buenas ideas nos hacen querer emprender rápidamente, pero es importante que sepas que para emprender no necesitas socios, puesto que, si no están sincronizados, pueden estirar la cuerda a diferentes rumbos y, peor aún, no ponerse de acuerdo según sus circunstancias o necesidades. Con la metodología SMART de nuestro centro de formación y consultoría empresarial no recomendamos crear sociedades.
Ahora tú puedes colaborar con el país y la sociedad siendo una pieza fundamental para el desarrollo del país y tu familia.