El Tribunal Primero de Sentencia de San Salvador condenó a cuatro años de cárcel a Raúl Ernesto Quiñones Sol, por el delito de administración fraudulenta en perjuicio de la empresa Bio-Ferme S.A. de C.V.
El imputado quien es prófugo había sido absuelto, pero un tribunal superior ordenó un nuevo juicio; el caso tiene que ver con una disputa entre dos familias. Los Cuellar Flores lo denunciaron de haberse aprovechado de los fondos de manera ilícita.
Según la Fiscalía General de la República, el imputado ocultó información contable y suscribió contratos sin justificación ni autorización entre el 2007 y 2010.
«En su administración suponía operaciones de carácter fraudulentas sin previa autorización de la junta directiva. Uno de ellos es alterando precios, ocultando información contable, suscribiendo contratos de los cuales no existía ninguna justificación, ni autorización», dijo la representante del ministerio público.
Durante la vista pública la Fiscalía probó el delito con documentos, pericia y testimonios que Quiñones Sol ocasionó un perjuicio económico de $8 millones.
En las pesquisas fiscales se determinó que el ahora condenado se negó a entregar los libros contables y la documentación legal de la empresa.
Cuando comenzó la vista pública el tribunal lo declaró rebelde por no haberse presentado al juicio y someterse al proceso penal, al mismo tiempo instruyó a la Fiscalía para que a través de la Policía Internacional (Interpol), se tramite difusión roja para que sea localizado y que cumpla la condena en un penal.