El anuncio del presidente, Nayib Bukele, y de la embajadora de la República Popular China en El Salvador, Ou Jianhong, de que ambas naciones acordaron iniciar un proceso de negociación para establecer un Tratado de Libre Comercio (TLC) ha generado repercusión en el ámbito empresarial del país.
En las últimas horas representantes de la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport), la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) y la Cámara de Comercio e Industria de el Salvador (Camarasal) han expresado sus expectativas al respecto.
Así, la directora ejecutiva de la Coexport, Silvia Cuéllar, consideró que esta alianza abre oportunidades importantes para la dinamización económica del país.
«En este caso es muy interesante considerar que se puede aprovechar las ventajas que se presentan para ingresar a una de las economías emergentes más relevantes del mundo, con un mercado de casi 1,400 millones de habitantes y cuya economía crece a más de dos dígitos desde hace más de 10 años. En consecuencia, se trata de un acuerdo con la nación de mayor crecimiento de la región de Asia Pacífico», dijo Cuéllar.
A las puertas del acuerdo, considera que este puede ser beneficioso particularmente para el sector exportador, por lo que consideró que es imperativo un trabajo de investigación a profundidad del mercado chino, su economía, cultura, manera de hacer negocios, gustos, requerimientos de calidad, y preferencias.
«Sin duda, China es un mercado que en los próximos años estará representando mayores oportunidades en exportaciones, inversiones y turismo, por lo que dar pasos en acercar este mercado, es una visión a futuro estratégica y razonable, sin desestimar ni disminuir los esfuerzos prioritarios hacia nuestros mercados naturales e importantes cómo Estados Unidos y Centroamérica», declaró.
La gremial también consideró importante ver las experiencias de naciones que ya han establecido acuerdos comerciales con el gigante asiático, como es el caso de Perú, Chile, Costa Rica, y otra veintena de países.
Sobre el caso particular de Costa Rica, Cuéllar detalló que en 2012 el intercambio comercial era de $1,500 millones, mientras que en 2021 alcanzó los $3,200 millones en bienes comerciados.
Sumó que los artículos costarricenses exportados van desde los dispositivos médicos, carne, jugos, cuero, cobre, café, enchufes y otros dispositivos electrónicos.
De su conocimiento de la experiencia de Costa Rica, Cuéllar, afirma que «para El Salvador este TLC representa un reto y una oportunidad» y dijo que principalmente azúcar, café, desechos y desperdicios de aluminio, artículos de confección y textiles, son los algunos de los productos, que, de primera vista, podrían entrar en el juego de las exportaciones hacia China.
Según datos del Banco Central de Reserva (BCR), hasta septiembre, El Salvador exportó al gigante asiático un total de $4.6 millones en diversos productos, cifra que se espera se vea incrementada con la implementación del tratado comercial.
En este sentido, la representante del sector exportador dijo que el acuerdo debe considerar las asimetrías que presentan ambas economías, y la realización de un trabajo intenso para fomentar nuevas inversiones que permitan fabricar productos que ingresen tanto al mercado chino, como a otros.
«Por parte de China esperamos que los periodos que se tomen para verificar admisibilidad de productos sea en el menor tiempo posible. Por lo cual Coexport estará atento e interesado a participar en el proceso de negociación que deba seguirse, tal cual lo hemos hecho en anteriores negociaciones comerciales», adelantó.
Otra gremial que vio con buenos ojos el anuncio del proceso para comerciar con la República Popular de China bajo condiciones preferenciales fue la ASI que ve en este, un espacio favorecedor una buena gama de productos salvadoreños.
El asesor económico de gremial, Rigoberto Monge, afirmó que la apertura de decisiones comerciales entre naciones siempre es una decisión política, y que esta cuenta con aprobación del sector industrial que vislumbra en la alianza nuevas oportunidades para introducir los productos nacionales en el mercado global.
«Como sector privado consideramos muy favorable en tanto que se generan condiciones para incrementar las relaciones comerciales y financieras entre nuestro país y el resto del mundo. Vemos con buenos ojos iniciativas de esta naturaleza toda vez que ellas mismas conllevan los necesarios mecanismos de consulta con el sector productivo nacional», dijo.
Por su parte, el presidente de la Camarasal, Jorge Hasbún, dijo, en las últimas horas, que el acuerdo es viable y traerá oportunidades.