La Asamblea Legislativa, con el voto decisivo de la bancada parlamentaria de Nuevas Ideas, rechazó las propuestas de pequeños grupos que pretendían legalizar el aborto en El Salvador. Tres representantes de dos partidos minoritarios, el FMLN y Nuestro Tiempo, fueron los únicos que votaron a favor de implementar la práctica, contraria al artículo 1 de la Constitución de la República, que establece el reconocimiento y la defensa de la vida desde el momento mismo de su concepción.
La agenda a favor del aborto se ha colado en grupúsculos que responden a agendas extranjeras y que participan en marchas, como la organizada el pasado domingo, en la que reclamaban el derecho al asesinato de niños en gestación.
El presidente Nayib Bukele ha sido claro en su compromiso con la defensa de la vida, por lo que ya se había pronunciado en contra de la medida propuesta por los grupos abortistas. De hecho, el Gobierno ha implementado diversas acciones para salvaguardar la vida y la salud de los ciudadanos salvadoreños, sobre todo a raíz de la pandemia por la COVID-19.
Los esfuerzos recibieron el bloqueo de la oposición a mediados del año pasado, antes de que el voto libre y directo renovara la Asamblea Legislativa. Previo a eso, ARENA, el FMLN y el exdiputado Rodolfo Párker hicieron todo lo posible para impedir el combate directo a la pandemia. Influyeron en la entonces Sala de la Constitucional para imponer criterios económicos por encima de la vida y la salud de los ciudadanos.
Sin embargo, la decisión de defender la vida y la salud y la firme voluntad política lograron esquivar todas las trancas legales impuestas.
Ahora, en una reedición de estas medidas antipopulares, resurge el tema del aborto, acuerpado por grupos que buscan confundir a la opinión pública con argumentos relacionados con cuestiones médicas y dejando de lado que se trata de eliminar una vida humana.
En las marchas contra el Gobierno, los grupos abortistas logran el apoyo de partidos que se llaman defensores de la vida, como ARENA, cuyos diputados salieron a las calles compartiendo la bandera en contra del Ejecutivo con los promotores de la muerte. En un intento por querer enmendar, los legisladores tricolores votaron en contra de la moción, pero sus acciones previas desmienten cualquier compromiso en contra del aborto. No hay forma de conciliar el endoso al aborto que hicieron al marchar junto con sus promotores con una tímida votación.