La condena de responsabilidad civil que obliga a tres exdirigentes de ARENA a devolver los $10 millones que Taiwán donó a El Salvador entre octubre de 2003 y abril de 2004, fue producto de una persecución selectiva dijo la jueza del caso, Violeta Flores.
La juzgadora reprochó a la Fiscalía por no haber investigado a todos los miembros de la junta directiva de ese partido que fungieron en el período en el cual la nación asiática hizo los desembolsos y cuyo destino fue la cuenta bancaria de ARENA.
Flores, cuestionó que se haya hecho una investigación tardía por parte de la Fiscalía y lo cual llevó a que el delito de lavado de dinero prescribiera. Durante el proceso quedó evidenciado que al momento de darse por iniciada la acción civil, el exfiscal general Raúl Melara, destituido por la Asamblea Legislativa por sus vínculos con ARENA, no incluyó a los demás exdirectivos de ese instituto político para que respondieran civilmente, pese a que sabían del desvío de los fondos.
En el expediente se ha establecido que al momento de depositar dos cheques por un monto de $5 millones a la cuenta del partido ARENA, junto al entonces presidente del partido, tenían firma autorizada, Gerardo Antonio Balzaretti Kriete, Guillermo Ávila Qüehl y Eduardo Zablah, de los cuatro exdirigentes solo fue procesado por la Fiscalía, Balzaretti Kriete.
Las riendas del partido ARENA las tomó Elías Antonio Saca en noviembre de 2004 y es ahí donde recayó su mayor responsabilidad por lo cual deberá devolver $6 millones.
En el proceso se menciona que desde la cuenta la asociación Centro de Estudios Políticos Doctor José Antonio Rodríguez Porth en Costa Rica, se transfirió parte de los $10 millones a la cuenta del partido y algunos de los que estaban al frente eran Mario Acosta Oertel, Eduardo Zablah, Eduardo Ernesto Berdugo Muñoz y Roberto Murray Meza.
Todos tenían firma autorizada entre el 1 de octubre y 27 de noviembre de 2003 y según el expediente, Taiwán desembolsó en octubre de ese año $4 millones para el proyecto Mitigación de Áreas de Alto Riesgo y para Infraestructura Básica y Combate a la Pobreza, desembolsó $1,000,000.
Estos exdirectivos de ARENA no fueron tocados penal ni civilmente, de ahí que la jueza sin mencionar nombre cuestionó a la Fiscalía porque debió iniciar proceso a los miembros de la junta directiva que tuvieron conocimiento del origen ilícito del dinero.
La juzgadora recalcó la investigación tardía que llevó a que el caso prescribiera y que debió haber hecho una acusación integral que llevara a los tribunales a los exdirigentes de ARENA.
La donación de Taiwán a El Salvador finalizó en abril de 2004, desde ese año hasta mayo de 2021, pasaron 17 años y el ministerio público tuvo seis fiscales, pero ninguno armó una acusación integral por la vía penal y civil.
DESFILE DE FISCALES Y NULA ACUSACIÓN
Entre el año 2003 al 2006 el fiscal general era Belisario Artiga, los siguientes tres años fueron para Félix Garrid Safie, después llegó Romeo Barahona, al finalizar ese período la Fiscalía General de la República fue dirigida por Luis Martínez, quien solo acusó a Francisco Flores, después llegó Douglas Meléndez, pero como fiscal general no hizo nada en el caso, luego asumió Raúl Melara, quien al iniciar la acción civil, también excluyó a todos los exdirigentes de ARENA que participaron en el robo de los $10 millones.
Para desviar ese dinero al partido ARENA, el papel del expresidente fallecido Francisco Flores, fue clave ya que endosó los cuatro cheques y depositó en la cuenta del Centro de Estudios Políticos Doctor José Antonio Rodríguez Porth.
En septiembre de 2020, cuando Norman Quijano, dijo que Taiwán entregó dinero a El Salvador a cambio de voto en la Organización de las Naciones Unidas y que los $10 millones fueron entregados como una dádiva, pero Melara tampoco abrió investigación por soborno.