Por los registros, las aulas y los cuatro campus que comprenden la Universidad de El Salvador (UES) todos los días las mujeres hacen historia, ya sea por empezar una carrera o por culminarla.
Para conmemorar el Día Internacional de la Mujer y enfatizar en su papel dinamizador y transformador de la sociedad salvadoreña, se elaboró un preciso análisis de su acceso a la educación superior a partir del principal centro de estudios de ese nivel y según su población estudiantil: la UES.
La conclusión se divide en dos grandes verdades sustentadas con las cifras. Ambas son pruebas de los avances y la victoria del país cada vez que una mujer se matrícula o se gradúa de la universidad. La primera, es que son más las mujeres que ingresan a la UES en comparación con los hombres, cada año. Mientras que la segunda expone el reto aún por vencer: son menos las mujeres que se gradúan en comparación con los hombres.
Y si bien es cierto que las matriculadas son más que las graduadas, vale la pena empezar por las últimas y destacarlas por culminar su sueño académico. Así, en 11 años (de 2012 a 2022), la data de la UES refleja que se han graduado 21,500 mujeres, en los cuatro campus universitarios (Central, Occidental, Oriental y Paracentral). Mientras que los graduados fueron 31,215 hombres, con una diferencia a favor de estos últimos de un 31 %.
Raúl Azcúnaga, vicerrector académico de la UES, lee los datos considerando las oportunidades a futuro que se abren para las graduandas y enfatiza que se cumple el objetivo de la universidad que es aportar desarrollo al país por medio de la ciencia, la tecnología y el arte.
De la lectura de los datos, también se identifican las dificultades que padecen las mujeres en comparación con los hombres para culminar sus estudios.
«Una de las cosas que afectan, por las mismas condiciones de vida, es que estando en la universidad hay un alto porcentaje de estudiantes que se retiran por embarazos no deseados. Por eso es importante la educación sexual en estudios medios y superiores. También es importante y es un reto que tenemos, el crear redes de sororidad y programas de becas para que las mujeres embarazadas no tengan que retirarse de la universidad», explicó.
El académico agregó que es una asignatura pendiente el crear o definir un programa especial para que ellas no deserten si quedan embarazadas.
En cuanto a las áreas que más mujeres profesionales aportan, y para observarlas con más precisión, se desagregó el Campus Central (conformado por nueve facultades), de las tres sedes regionales que funcionan como facultades multidisciplinarias con departamentos.
De esta manera, en la sede central, en 11 años, se han graduado un total de 12,566 mujeres; de las cuales, la mayoría son de las facultades de Ciencias Económicas (2,641), Humanidades (2,439), Medicina (2,388), Ingeniería y Arquitectura (2,315) y Jurisprudencia (1,569). El resto (1,214) se graduó en el resto de las facultades (Ciencias Naturales y Matemáticas, Ciencias Agronómicas, Química y Farmacia y Odontología).
LAS MUJERES MANDAN EN LA MATRÍCULA

En total, de 2012 a 2022, en todas las sedes se han inscrito 623,315 estudiantes, de los cuales 339,960 son mujeres y 283,355 hombres. Ellas son las que dominan las matrículas por una diferencia de 56,605.
Para el caso del campus central (San Salvador) las mujeres matriculadas fueron 229,005 (de 623,315), lo que equivale a 42,011 más que los hombres, lo que equivale a un 18 % más.
Azcúnaga explica que, históricamente, las mujeres suelen ser las que mejores notas de admisión reflejan. De hecho, en facultades como la de Medicina son más las mujeres en la matrícula, lo que vuelve bastante competitivo el ingreso a esa área.
«En Medicina es donde las mujeres son la mayor cantidad de aspirantes y mayor ingreso, porque tienen mejores calificaciones. Para la universidad, que las mujeres se gradúen de Medicina refleja un gran esfuerzo por los ocho años de la carrera. Así como es cualquier otra carrera porque esto será un mejor futuro para ellas y sus familias», expone.
Según la data de las inscripciones en la sede central, las facultades más optadas por las mujeres son: Ciencias Económicas (57,155), Ciencias y Humanidades (51,948), Medicina (41,034), Jurisprudencia (30,093) e Ingeniería y Arquitectura (18,924).
POR CONCIENCIA Y MÁS TRABAJO

Por otro lado, en los cargos claves dentro del alma mater, también hay trabajo por hacer. Por ejemplo, de 12 decanatos, solo tres están ocupados por mujeres. El vicerrector explica que esto corresponde al 25 % del total, algo que obedece a las especializaciones de cada académico. Más no así en jefaturas de departamentos y facultades en los que la participación de las mujeres es mayor.
Parte del cambio comienza con la conciencia y el trabajo para corregir una cultura heredada en la que prevalece un esquema patriarcal. Azcúnaga destaca que por esa misma razón se ha creado una Política de Género, un Centro de Estudios de Género y protocolos que defiendan a las estudiantes de los abusos.
«No podemos seguir indiferentes hacia los abusos de las mujeres, debemos crear los espacios de igualdad. Es una lucha que debemos dar hombres y mujeres», afirmó.
En todo caso, las cifras con sus bemoles son una victoria para las mujeres que llegan a la educación superior y más para aquellas que logran terminar una primera carrera universitaria. Para todas las que nos antecedieron, para las que están bregando en el presente y para las futuras generaciones: la educación siempre es una llave para la autonomía económica y de pensamiento.