Un residente del municipio de Wales, en la costa occidental de Alaska, abatió a tiros al oso.
«Los informes iniciales indican que un oso polar ingresó a la comunidad y persiguió a varios residentes», dijo la policía en un comunicado sobre el ataque ocurrido el martes.
«El oso atacó fatalmente a una mujer adulta y a un varón joven; un residente local le disparó y lo mató cuando atacó a la pareja», dijo la policía, y agregó que las tropas estatal y las autoridades del Departamento de Pesca y Caza estaban tratando de llegar a la ciudad «cuando las condiciones meteorológicas lo permitan».
Las identidades de las víctimas no se hicieron públicas, ya que las autoridades estaban tratando de informar a sus familias.
Los ataques de osos polares son extremadamente raros. Según los medios locales, uno de los encuentros fatales más recientes entre un humano y un oso polar en Alaska fue en 1990.
Según la ONG canadiense Polar Bears International, los osos polares han matado solo 20 a personas en todo el mundo entre 1870 y 2014, aunque la frecuencia de los ataques está aumentando.
Wales, un pueblo de unas 150 personas a orillas del Estrecho de Bering, que separa Estados Unidos de Rusia, forma parte de un grupo de comunidades indígenas que tradicionalmente han cazado osos polares para subsistir.
Los gigantescos osos -los machos pueden llegar a pesar 680 kilos- enfrentan amenazas cada vez mayores por el cambio climático, con su hábitat de hielo marino en el Ártico desapareciendo a medida que el extremo norte se calienta hasta cuatro veces más rápido que el resto del mundo.
Los osos, cuyas poblaciones están disminuyendo, dependen del hielo para buscar focas y para desplazarse y reproducirse.
Algunas comunidades del Ártico forman patrullas para protegerse de estos animales, aunque actualmente no había ninguna en funcionamiento en Wales, según el diario local Anchorage Daily News.