«Estamos pendientes, porque se harán pruebas de ADN, pero no está seguro que él sea, ojalá no sea él», dice la compañera de vida de Diego Miguel de León Sibrián, quien desapareció en noviembre del año pasado, al enterarse que hoy los cadáveres de dos jóvenes fueron exhumados en Villa Lourdes, La Libertad.
Las autoridades presumen que los cuerpos pertenecen a Diego Sibrián, de 22 años y su compañero Wilmer Escalante, quienes desaparecieron el 27 de noviembre del 2020 en la residencial Nuevo Lourdes. Ambos trabajaban en un restaurante de comida china.
«Es bien difícil, no sé qué decir, esto me tiene tan mal pensando si será él o no. Yo solo espero que todo sea rápido porque dicen que se tardan bastante tiempo», dijo la esposa de Sibrián.
En varias imágenes que circularon en redes sociales se observó que dentro de la fosa se encontró un suéter que tenía el logo del restaurante donde trabajaban los jóvenes. Además, una fuente contó que se halló un carné con el nombre del restaurante, que también tiene el nombre de una de las víctimas y $50 dólares, pero esto no fue confirmado por las autoridades.
La Policía dijo que hay un fuerte indicio que la zona donde se encontraron los cuerpos pueda tratarse de un cementerio clandestino. Las familias de las víctimas estaban enteradas que este día se haría la exhumación, las autoridades les explicaron que a los cuerpos se les practicará una prueba de ADN para determinar si corresponden a los cuerpos de sus parientes.
De acuerdo a la versión de los familiares, Sibrián llegó hasta Nuevo Lourdes, la noche de ese viernes, para dejarle cierta cantidad de dinero a Escalante, quien se lo pidió prestado.
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«El muchacho le pidió de favor si le podía prestar un dinero. Inmediatamente le dijo que sí, y él se lo fue a dejar», contó la compañera de vida de Diego.
Añadió que el último mensaje que recibió de Diego fue a eso de las 6:48 de la noche, donde le informaba que había tráfico pesado para entrar a Lourdes y desde entonces desconocen su paradero.
No recibir ninguna llamada de Diego y que tampoco respondiera su celular aumentó la preocupación de la señora y encendió las alarmas en toda la familia de la víctima. Al no saber el paradero del joven, los parientes interpusieron la denuncia.