Bajo la primicia que habían sido rebasados en la tabla por Chalatenango, su verdugo en el Juan Francisco Barraza, y con Alianza ya de escolta, Águila no podía darse el lujo de volver a doblar rodillas frente a su ruidosa y exigente hinchada.
Por ello, anoche ante Platense, se desbocó y tomó ventaja por 2-0, pero todo fue parcial, porque sobre el final Platense recobró aire en el horno migueleño y lo empató 2-2, resultado que pone a los emplumados en el segundo lugar con 16 puntos.
Desde los primeros minutos, Águila le dio trabajo al portero de Platense, Meme González, quien tuvo que intervenir en tres ocasiones en los primeros cuatro minutos, pero al final vio caer su cabaña en dos ocasiones.
La ofensiva naranja, sin embargo, encontró resistencia: se topó con un gallo dispuesto a debatir, pero que pagó cara una desatención, puesto que cuando apenas lograba asentarse cobre el césped del Barraza, un latigazo de Kevin Santamaria les mandó a la lona en el 18′. El volante emplumada aprovechó una asistencia de Edgar Medrano para sacar el riflazo y dejar mal parado y hacer inútil la esteridada de Meme.
El gol, no obstante, no minó el ánimo de los viroleños que gobernaron la pelota por algunos tramos de este acto, pero fueron inofensivos en el área y no lograron la suficiente claridad para conseguir la paridad e irse a la pausa con la mente fresca para planificar la estrategia de cierre.
El segundo tiempo arrancó con el mismo tinte, pero bastó una llegada y zurdazo de Carlos Caetano para decretar el 2-0 y poner más tierra de por medio entre la realidad y la fantasía que traían los gallos de sumar en San Miguel.
Después de esa segunda diana el juego se volvió intermitente y cortado una y otra vez por la caprichosa luz de la torre norte que negó a trabajar durante diez minutos del tiempo regular.
Al final, entre luces y sombras el duelo no dejó de enfriarse para Águila que vio como Camilo Delgado y Wilmer Novoa, sobre tiempo, les robaron un punto con el 2-2 definitivo.