En Costa Rica, varias balaceras han generado un clima de imposición de miedo en escuelas de zonas conflictivas. Según medios de ese país, estas se han visto obligadas a trabajar con los estudiantes, enseñándoles protocolos que resguarden su vida.
Según recoge el periódico La Nación, los padres de los estudiantes aprecian estas medidas y aseguran que en sus casas se replican para tratar de estar listos en caso de emergencias por tiroteos. Esta medida surge luego de cada vez más frecuentes tiroteos registrados en diversos barrios en las últimas semanas, la mayoría protagonizados por narcotraficantes.
Costa Rica registró 83 homicidios el mes pasado, convirtiéndose en el más sangriento de la historia de este país y debido a la creciente ola de criminalidad, que no ha sido capaz de detener el Gobierno de Rodrigo Chaves, a pesar del anuncio de más policías en las calles. Varios sectores han empezado a exigirle propuestas de leyes, para erradicar el problema.
}Las autoridades han reconocido que el crecimiento de la criminalidad ha sido acelerado, en el 2022 hubo un total 656 homicidios, la cifra más alta de su historia y con una tasa de 12,6 por cada 100,000 habitantes. Esto representó un incremento del 11 % con respecto a la cantidad de homicidios de 2021.
Datos del Organismo de Investigación Judicial, afirman que en los primeros cuatro meses de 2023 contabilizaron 298 homicidios, 92 más que en igual etapa de 2022. Aseguran que, de no revertir la tendencia, el país podría cerrar este año con una cifra cercana a los 900 homicidios.
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