Las buenas amistades que cultivó Eduardo Lara en sus años ligado al fútbol cuscatleco [2015-2018] le facilitaron la apertura de la rendija al banquillo de Alianza. Fue el expresidente de los paquidermos, Lisandro Pohl, quien dio muy buenas referencias de Lara ante la dirigencia alba, encabezada por Pedro Hernández. Las pláticas con el timonel cafetero fueron fluidas, para que, de un momento a otro, el suramericano se sentara en el banco de la representación capitalina.
¿Cómo se produjo su llegada a las filas de Alianza?
Primero que todo, quiero darle los agradecimientos a la junta directiva de Alianza, encabezada por Pedro Hernández, Sherman Calvo, Óscar Amaya y Édwin Abarca, que es el gerente del equipo. Ellos fueron las personas que tuvieron ese contacto conmigo. Siempre que uno va a un lugar deja personas conocidas y en este caso. Gracias a la amistad que dejé con un hombre de fútbol como Lisandro Pohl, sirvió para que él pudiera hablar con los directivos de Alianza. Estoy muy contento por la noticia de volver nuevamente a El Salvador, a un equipo tan grande como lo es Alianza. Trabajaremos juntos con Alianza, que sabemos de la grandeza de su club, que tiene una hinchada maravillosa. Vamos a esperar el apoyo de todos para cumplir ese objetivo que todos queremos.
Tiene ya en su bitácora que uno de los retos principales de Alianza para 2023 es volver a trascender a escala local, meterse una nueva final, como mínimo, porque FAS le sacó ventaja ya con dos coronas más en sus vitrinas?
Bueno, eso es lo que quieren los equipos grandes, que siempre son de retos, de objetivos grandes. Vamos a trabajar para conseguirlos. Vamos a trabajar para lo que esta hinchada maravillosa está esperando. Hay que esperar el apoyo y la compañía de cada uno de esta hinchada maravillosa para conseguir ese título de campeón.
¿A qué extranjeros tiene ya en mente para los albos?
Estamos mirando. No nos podemos adelantar todavía para dar algún nombre, pero téngalo por seguro que los jugadores extranjeros que lleguen a Alianza deben ser 1A, que estén por arriba de los jugadores que se tienen en la institución, anteriormente. Alianza está acostumbrado a tener jugadores en la selección mayor. Por lo tanto, el jugador que vaya de afuera debe marcar un agregado importante, de lo contrario, no puede estar en las toldas de un equipo como Alianza.
¿Cuánta tranquilidad le genera a usted como técnico el hecho de que la directiva de Alianza ya está hablando de extensión de contrato por tres años con Marvin Monterroza y Narciso Orellana?
Lógicamente que son jugadores de un gran nivel, de una gran trayectoria, de una gran jerarquía. Uno quiere tener a esta clase de jugadores en la institución. Esperemos que todo llegue a un muy buen acuerdo.
El otro reto importante para Alianza es ante Philadelphia Union, de MLS, por octavos de final de Liga Concacaf. ¿Cómo toma el hecho de que Alianza debe arrancar la serie en el Cuscatlán [7 de marzo de 2023] y luego cerrar en casa del rival [14 de marzo]?
Es un lindo reto como dije antes. Es un reto importante ante Philadelphia, que ha hecho un buen trabajo en su liga. Tuve la oportunidad de observar el juego de final de MLS Cup y sabemos todo lo que les costó para poderla ganar y llevarla a la instancia de los penaltis. Creo que cuando se juega una final es porque las cosas han sido parejas. Sin comparemos una nómina con la otra [la de Alianza y Union], la diferencia en cuestión de números es inmensa, pero luego tendremos que medirlos en la cancha con nuestro trabajo, con las ganas de que nosotros tengamos de hacer las cosas bien, con el fútbol que queremos proponer para el Alianza.
¿En qué momento cree que está ahora Rodolfo Zelaya, a quien usted hizo retornar a la selección mayor en 2017?
Yo espero hallarlo en el nivel que siempre lo he tenido en mente. Indudablemente, es un excelente jugador, un gran goleador. Difícilmente se encuentra un 9 con esas características y con esa experiencia que tiene él. Pero es como digo yo siempre, el jugador que quiera estar en los 11, que quiera trabajar con nosotros, tiene que demostrarlo durante la semana, tiene que estar en la mejor forma física.
En Alianza se va a hallar al portero que usted formó en selecciones juveniles, Mario González
Con Mario hicimos un proceso a escala de selecciones juveniles y yo me acuerdo de las últimas palabras que dije antes de volver a Colombia, desde El Salvador, en 2018, con respecto a que esta selección sub-21 había que ponerle mucho cuidado, porque ahí estaba el futuro del fútbol salvadoreño y uno no estaba equivocado. Queda esperar que Mario siga en ese nivel. Cuando un jugador muestra en selección y su club lo que está mostrando Mario, es difícil que en un futuro se pueda llegar a retener cuando le salga algo en el exterior.
No va a llegar a un equipo extraño para usted. Con la mayoría de jugadores de Alianza pudo trabajar en la selección mayor en 2017. ¿Eso le genera mucha confianza?
Es un grupo de jugadores interesantes, de procesos de selección, que ya conocemos. Para un jugador es satisfactorio trabajar con gente que tiene una idea de trabajo, que sabe el fútbol que quiere practicar un entrenador. Acá solamente queda que todos estén en una disposición para hacer el trabajo.
¿Compromete en demasía dirigir a Alianza?
Lógicamente. Es un cuadro grande y uno tiene que mantener esa disponibilidad para sacarlo adelante. Pero uno tiene experiencias en estos trabajos. Pero esto es de trabajar, sin duda. De pronto no es de hablar demasiado, sino de llegar a ejecutar el trabajo diario y que los jugadores lo puedan plasmar en el terreno de juego.