Una nueva eliminatoria mundialista está cerca de iniciar para la selección nacional de El Salvador. Hacia Norteamérica 2026 es la mejor oportunidad en más de 40 años que tendrá la Azul de poder volver a un Mundial, porque los grandes de la Concacaf (México, Canadá y Estados Unidos) ya están preclasificados por ser los anfitriones.
David Dóniga es el capitán del barco cuscatleco que quiere llevar a la Selecta a buen puerto y por esa razón necesita rodearse de los futbolistas que estén en su mejor momento futbolístico.
Uno de los jugadores que convocó para esta semana de trabajo es Álex Larín, zaguero lateral del Águila, quien es junto a Darwin Cerén, Nelson Bonilla y Bryan Tamacas uno de los de más experiencia en la selección.
Sin embargo, el exjugador de equipos como Comunicaciones (Guatemala) y Alianza de El Salvador, sabe que no tiene un puesto asegurado para el inicio de la eliminatoria en junio próximo: «Espero llegar a mi nivel y espero ser una opción en la selección», dijo.

«Estoy contento por tener una oportunidad nuevamente, es algo que venía buscando desde que comenzó este torneo. Una de las metas que me he propuesto es estar bien, ponerme bien y ser una opción para el profe», dijo el Cacho Larín en el segundo día del campamento que se realiza en la Federación Salvadoreña de Fútbol (Fesfut).
Al llegar a la concentración, el zurdo tuvo una plática con el cuerpo técnico y le hicieron ver que estuvo apartado de la Selecta porque no estaba en su mejor nivel, pero ahora ha venido de menos a más en Águila y el fruto del trabajo se ve recompensado con volver a ser llamado.
«Hablamos cuando llegué acá a la selección, tuvimos una plática y fue bastante intensa y me hicieron ver cosas en las que estuve equivocado», reconoció Larín.