Los esposos salvadoreños Elizabeth Martínez y John Fernando Osorio inauguraron el 24 de junio su segundo restaurante La Ceiba, en el metro Plaza de Castilla, en el norte de Madrid.
Los propietarios esperaron que culminara el estado de alarma —desde el 14 de marzo hasta el 21 de junio— en España, decretado por el Gobierno de Pedro Sánchez debido a la pandemia de la COVID-19, para abrir la segunda sucursal.
Al evento asistió el embajador de El Salvador en España, Mauricio Antonio Peñate Guzmán, quien reconoció el esfuerzo y la determinación de los empresarios al promover la cultura de sus raíces; y expresó su disposición de apoyar y acompañar proyectos de esta índole. En 2013, los connacionales nunca imaginaron extenderse en la capital española cuando comenzaron con la preparación de platillos típicos en su cocina doméstica, en el municipio de Fuenlabrada, con sus primeras 50 pupusas y 25 tamales. Todo a domicilio.
Ahora, con dos sucursales y una minitienda, los visionarios han empleado a 16 salvadoreños radicados en España para administrar y ofrecer un servicio de calidad en el restaurante en la Plaza Castilla, en el de la Plaza Elíptica, al sur de Madrid, y en la minitienda.
La singularidad de El Salvador se transmite desde la decoración de los restaurantes con piezas artesanales hasta los nombres de cada platillo en el menú, repleto con la variedad de pupusas, sopas y otros platos típicos. Algunos nombres son la carnita de mamá Chus y gallina de Caluco.
La idea de nombrar al restaurante La Ceiba surgió por la reconocida Ceiba de Guadalupe en San Salvador. «Las expectativas que teníamos las hemos alcanzado», dijo con orgullo la salvadoreña luego de casi cumplir un mes de funcionamiento del recién restaurante.
Este emprendimiento gastronómico cumplió ocho años y ha sacado adelante al dúo que llegó un día a Europa con la ilusión de encontrar la estabilidad económica en el extranjero. La falta de los documentos legales para quedarse en el país hizo que buscaran otras formas de prosperar; por esto decidieron vender platos típicos, mientras el proceso legal continuaba.
Martínez vivía en San Salvador y siempre le ayudó a su madre con la venta de empanadas, yuca y otras degustaciones por las tardes; esa fue la alternativa ideal para empezar sus jornadas laborales en España.
Con un préstamo y unos ahorros lograron abrir el primer restaurante en Plaza Elíptica en 2017. La pandemia afectó a su negocio durante la cuarentena en marzo de 2020, cuando el Ministerio de Sanidad informó sobre los primeros contagios. Aunque los afectó, buscaron otra alternativa: abrir una minitienda de productos alimenticios en el municipio de Vallecas. Eran los únicos lugares que estaban abiertos al público.
Después del cierre comercial, la demanda de clientes sobrepasó la capacidad de las instalaciones del primer restaurante, además, su ubicación en el sur de Madrid dificultó la visita de otros salvadoreños residentes en el norte de la ciudad. Fue así que acordaron expandirse; y poner en marcha su estrategia comercial, que identificó que en la Plaza de Castilla se encontraba su público meta.