La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, reconoció en una entrevista el martes que estaba «equivocada» sobre «el camino que tomaría la inflación», ya que la pandemia de COVID-19 y la invasión rusa en Ucrania han mantenido los precios persistentemente altos.
«Pues mire, creo que me equivoqué entonces sobre el camino que tomaría la inflación. Como mencioné, ha habido grandes impactos imprevistos en la economía que han aumentado los precios de la energía y los alimentos y cuellos de botella en el suministro que han afectado gravemente a nuestra economía que yo no entendía completamente en ese momento. Pero lo reconocemos ahora», manifestó Yellen.
Estos comentarios, que se hicieron en el marco de la reunión que sostuvo el presidente Joe Biden en la oficina Oval con el presidente de la Reserva Federal (Fed, banco central), Jerome Powell, y Yellen, han tenido gran eco en el país norteamericano, ya que en 2021 la funcionaria estadounidense dijo que la inflación sería un «pequeño riesgo».
«La Reserva Federal está tomando las medidas que debe tomar. Depende de ellos decidir qué hacer. Y, por nuestra parte, el presidente Biden se enfoca en complementar lo que hace la Fed con acciones que podemos tomar para reducir el costo que enfrentan los estadounidenses por gastos importantes que tienen en sus presupuestos», agregó la secretaria.
El gobierno Biden, arrinconado por la situación que vive la nación norteamericana, ha activado todos los mecanismos a su alcance para tratar de contener el alza de precios y recuperar algo de popularidad a pocos meses de las elecciones legislativas de medio término, pero sus márgenes de acción son acotados.
El Ejecutivo, que -como la Fed- consideró durante mucho tiempo que la inflación era un fenómeno temporal, anunció un plan para impulsar la construcción de casas y hacer más accesible la vivienda. También utiliza las reservas estratégicas de petróleo para tratar de contener la escalada de precios de la gasolina, que baten récord tras récord.
Otras medidas requieren una improbable luz verde del Congreso, tal como aumentar impuestos a los más ricos y a las multinacionales.
El gobierno también querría reducir el costo del cuidado de niños para que muchas madres puedan volver al mercado de trabajo. La escasez de mano de obra empuja los salarios al alza, y eso a su vez impulsa la inflación.
La inflación se moderó en abril, luego de alcanzar en marzo máximos en 40 años. Se mantiene sin embargo alta, en 6.3 % para la medición a 12 meses según el índice PCE que sigue la Reserva Federal (banco central), y 8.3 % según el índice PCI, referencia para el cálculo de pensiones.