«Nunca es el momento adecuado para intentar migrar por mar», dijo el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas. «No vale la pena correr el riesgo».
«Permítame ser claro: si se lanza al mar, no será para venir a Estados Unidos», subrayó.
Las declaraciones de Mayorkas se producen en momentos de agitación en ambos países caribeños.
En Haití, agobiado ya por una profunda crisis política, económica y de seguridad, el presidente Jovenel Moise fue asesinado la semana pasada, sumiendo al país en el desconcierto.
Cuba, en tanto, registró el fin de semana manifestaciones sin precedentes contra las condiciones de vida y el gobierno comunista.
Mayorkas dijo que aún no hay evidencias de un aumento en los intentos de ingresar a territorio estadounidense por mar desde esos dos países ubicados al sur de la península de Florida.
No obstante, indicó que la Guardia Costera, que patrulla con asistencia aérea las aguas de ese estado ubicado en el sureste de Estados Unidos, interceptará cualquier embarcación con migrantes.
«Todo migrante interceptado en el mar, independientemente de su nacionalidad, se le impedirá ingresar a Estados Unidos», dijo Mayorkas, agregando que el cruce del estrecho de Florida es muy peligroso durante la temporada de huracanes.
También dijo que 20 personas murieron en las últimas semanas en su intento por llegar a territorio estadounidense.
Estados Unidos colabora con Haití en la investigación del asesinato Moise y apostó buques de la Guardia Costera frente a las costas del atribulado país.
«Estamos comprometidos a apoyar al gobierno haitiano, mientras busca justicia en este caso, y afirmamos el apoyo de Estados Unidos al pueblo de Haití», dijo.
«También nos solidarizamos con el pueblo cubano y su llamado a liberarse de la represión y el sufrimiento económico que causa el régimen autoritario de Cuba», agregó.