Estados Unidos anunciaría proximas medidas como parte de la revisión de la política hacia Cuba del gobierno del presidente Joe Biden y en respuesta a la represión de La Habana contra las mayores protestas callejeras en décadas.
Los funcionarios señalaron además que Biden no está dispuesto a suavizar el enfoque de Washington después de que su predecesor, Donald Trump, hizo retroceder una histórica distensión del exmandatario Barack Obama con La Habana, y que los últimos disturbios tendrían un impacto significativo en cualquier cambio de política.
Los funcionarios que hablaron con Reuters bajo condición de anonimato también dejaron en claro que Washington busca formas de aliviar la difícil situación humanitaria del pueblo cubano mientras mantiene la presión sobre el gobierno de la isla.
Biden dijo la semana pasada que no estaba dispuesto a aflojar las restricciones sobre las remesas o los pagos que los estadounidenses pueden hacer a sus familias en la isla, debido a la preocupación de que el gobierno cubano se apodere de gran parte de los fondos.
Pero Washington está analizando una posible solución alternativa para restaurar el flujo de remesas, que se cerró bajo Trump, de una manera que no ponga el dinero en manos del gobierno cubano, dijo uno de los funcionarios.
El funcionario se negó a dar más detalles, pero sugirió que llevaría tiempo desarrollar tal mecanismo, diciendo que «No anticiparía una relajación a corto plazo».
Miles de cubanos realizaron manifestaciones antigubernamentales espontáneas hace una semana contra una crisis económica que ha provocado escasez de productos básicos y cortes de energía. También protestaban por el manejo del gobierno de la pandemia de coronavirus y las restricciones a las libertades civiles.