El Gobierno de Estados Unidos se comprometió el viernes a destinar más de $171 millones para ayuda humanitaria y proyectos de desarrollo para los venezolanos que padecen necesidades urgentes en ese país.
La asistencia también se destinará a 17 países de la región que «han acogido generosamente» a los venezolanos que han salido de su país.
Una parte de los fondos será destinada a alimentos, agua y obras de sanidad, mientras que otra para refugios, atención en salud y servicios para venezolanos que han emigrado a países sudamericanos, informó el Departamento de Estado.
Los recursos se distribuirán a través de organizaciones sociales para asegurar que no lleguen a manos del Gobierno de ese país.
La promesa de los fondos la anunció la embajadora de Estados Unidos ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Linda Thomas-Greenfield, durante una conferencia en Bruselas.
«Debemos seguir dando ayuda crucial a refugiados y migrantes venezolanos, sus comunidades anfitrionas y a los que permanecen en Venezuela», declaró Thomas-Greenfield.
«El trabajo que hacemos juntos salvará vidas y cambiará vidas», agregó. La embajadora exhortó a los asistentes a la conferencia a colaborar para promover una solución política pacífica en Venezuela, que vive una prolongada crisis política y económica que ha hundido a millones en la pobreza y ha provocado la migración de más de 7 millones, la mayoría de ellos hacia países latinoamericanos.
En respuesta a la crisis venezolana, Estados Unidos es el país que más dinero ha destinado, con más de $2,800 millones desde 2017, aseguró el titular estadounidense de Exteriores.
Al respecto, un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), publicado el año pasado, calculó que se necesitan $795 millones para ayudar a 5.2 millones de personas en Venezuela mediante proyectos de salud, educación, agua, sanidad, entre otros de carácter humanitario. Los datos indican que tres de cada cuatro venezolanos viven con menos de $1.90 diarios, la referencia internacional de la pobreza extrema.