Todos los viajeros procedentes de Reino Unido estarán obligados a presentar una prueba negativa de COVID-19 antes de abordar el avión a Estados Unidos, a partir del 28 de diciembre, anunciaron las autoridades estadounidenses.
La nueva regla entrará en vigor este lunes y requerirá una prueba negativa realizada en las 72 horas previas al embarque, informaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en ingles) en un comunicado.
La noticia de la cepa, que se cree que es más contagiosa, llevó a países de todo el mundo a cerrar sus fronteras a los viajeros del Reino Unido, por lo que esta sería la última restricción impuesta por el país norteamericano después del descubrimiento de la evolución del virus.
«El objetivo es intentar contener la nueva variante de la COVID-19, detectada en Reino Unido y que parece ser un 70 % más contagiosa que otras variables», explicó CDC.

La institución sumó que «este requisito de una prueba adicional fortalecerá nuestra protección del público estadounidense para mejorar su salud y seguridad y garantizar viajes internacionales responsables».
En marzo, Estados Unidos impidió la llegada de ciudadanos extranjeros que habían visitado el Reino Unido en las dos semanas anteriores, lo que redujo significativamente el tráfico aéreo desde allí.
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Algunas aerolíneas como British Airways y Delta ya han acordado exigir que los pasajeros certificaran ser negativos por COVID-19 antes de partir a Nueva York desde Reino Unido a causa de la nueva cepa.
Los gobiernos de la Unión Europea han comenzado a flexibilizar las prohibiciones de viaje de Reino Unido para contener la variante, y se insta a los países a reabrir sus fronteras exigiendo pruebas obligatorias para las llegadas.
El cofundador de BioNTech, una de las compañías detrás de la vacuna que se lanzó en todo el mundo esta semana, dijo que es «altamente probable que su medicamento funcione contra la nueva cepa detectada y que, en caso de que no, podría adaptarse en un plazo de seis semanas.
La nueva cepa del coronavirus ha provocado el confinamiento en el Reino Unido de más de 20 millones de personas. Además, numerosos países de Europa, Asia, Latinoamérica y Oriente Medio han decidido suspender en los últimos días las conexiones aéreas con dicha nación.