Estados Unidos continúa preocupado por la lucha contra la corrupción en Honduras resaltando que las oportunidades laborales, el crecimiento social y desarrollo siguen siendo limitados por esta problemática y donde el país todavía tiene trabajo por hacer.
Los datos señalan que el costo de la corrupción en el país significa una pérdida de millones de dólares por año.
La situación fue destacada por representante especial para el Triángulo Norte del Departamento de Estado de Estados Unidos para Centroamérica, Ricardo Zúñiga: «La corrupción cuesta a Honduras un equivalente a $3,000 millones, lo que representa el 12 % del producto interno bruto en productividad perdida. Esto duele cuando se limita el beneficio potencial de mejorar oportunidades y el débil sistema de salud».
Sus declaraciones surgieron esta semana, tras su participación virtual, en el Encuentro Nacional Empresarial en Honduras y que contó con la participación de varios aspirantes presidenciales a quienes se les entregaron estrategias para desarrollar oportunidades laborales, reducir la migración y luchar contra la corrupción.
Sin embargo, Juan Carlos Sikaffy, presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada, destacó que los cambios deben efectuarse ante tanto desacierto político.
«No podemos obviar los desaciertos de partidos políticos en decisiones de país, esta búsqueda de transparencia fomenta además el combate frontal a la corrupción e impunidad tema que el sector privado apoya enérgicamente, pero, hay que mejorar los procesos», dijo Sikaffy.
Zúñiga hizo hincapié en que el sector privado es un aliado importante para luchar contra la corrupción: «Creo que sin la participación del sector privado los esfuerzos para mejorar las condiciones en Honduras no podrán avanzar tan rápidamente como debería hacerlo, el reto de cada gobierno es enfrentar lo que afecta a su pueblo y que existan condiciones justas».
