Ya es catalogada como una epidemia, sin embargo, y contrario a lo que ocurre con la del COVID-19, para contrarrestar la de la adicción a los opioides no hay una vacuna. Sólo en Nueva York, cada 5 horas muere una persona por sobredosis de opioides. Y de acuerdo con algunos expertos, no se está haciendo frente a la crisis de manera efectiva:
«Primero tenemos que abordar la crisis de salud mental en nuestro país porque eso conduce a muchas de las adicciones a las drogas. En segundo lugar, tenemos que ver la adicción como una enfermedad, no como un crimen, y finalmente, el uso de algún apoyo farmacéutico para ayudar a las personas con trastornos por consumo de opioides a convertirse en miembros productivos de la sociedad», expresó el Dr. Marc Kahn.
Mientras para algunos el uso de tiras que detectan fentanyl y el de medicinas antídoto como en Naxalone para contrarrestar rápidamente los efectos de una sobredosis puede resultar peor que la enfermedad, para otros se trata simplemente de responder con efectividad a una crisis que está cobrando miles de vidas.
«Las personas que dan servicios de emergencia su propósito es revivir a las personas, entonces utilizan lo que pueden utilizar, lo que les va a funcionar. Ellos no están pensando que van a causar otro tipo, o incrementar la adicción», enfatizó Ingrid Sánchez, terapeuta y directora de Clínica BBS.
De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades o CDC, entre abril del 2020 y abril del 2021, más de 100 mil personas murieron en EE. UU. a causa de sobredosis, siendo los opioides una de las drogas líderes entre estos casos. Adriana Arévalo, Voz de América, Las Vegas.