Para la salvadoreña Evelyn Hernández, beneficiaria del Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés), obtener una residencia permanente y no solo una extensión automática de 15 meses se traduciría en ver a sus hijos, de 25, 24 y 22 años, culminar sus estudios universitarios en Arquitectura, Justicia Criminal y Administración de Empresas.
Además, podría visitar su país sin ningún problema. Para esta madre que emigró a los 19 años a Estados Unidos para trabajar y ayudar económicamente a su familia en El Salvador, que sus tres hijos estudien una carrera universitaria representa el mayor orgullo y uno de sus éxitos, pero teme no estar en sus vidas, porque durante 20 años ha dependido del programa temporal, que solo ha sido prorrogado unos meses más.
«No me quiero separar de mis hijos. Por eso estoy luchando para obtener mi residencia en Estados Unidos y viajar a mi bello El Salvador, a disfrutar con un estatus permanente lo que tiene mi país», contó a «Diario El Salvador».
«Me siento optimista, pero el objetivo principal es luchar por una residencia permanente. No me quiero perder el resto de sus vidas», agregó.
Durante 10 años, laboró como operadora en una maquila de bordado en el país norteamericano y de su primer sueldo envió una remesa a sus progenitores en El Salvador. Su madre era una vendedora ambulante de ropa y su padre un albañil independiente. «Aquí uno viene a trabajar de lo que cae», recordó. También trabajó de limpiar casas.
Luego se involucró en la defensa de los derechos de los inmigrantes y promovió el voto latino. Actualmente, es organizadora y coordinadora de los beneficiarios del TPS en el Centro de Recursos Centroamericanos (CARECEN), que fue creado precisamente con la finalidad de solicitar un estatus más estable para estas familias.
«Vivo el día a día en el limbo migratorio con 190,000 beneficiarios salvadoreños de TPS», reflexionó la originaria de Soyapango, en San Salvador.
Hernández aseguró que pretende que su historia se conozca y sea expuesta ante los congresistas estadounidenses con el fin de que se cumpla su sueño de quedarse con sus hijos. Esa es la lucha que continuará como miembro activo de la Alianza Nacional del TPS, dijo.
La institución promigrante desarrollará marchas y conferencias de prensa este lunes para presionar tanto al Ejecutivo como al Congreso de aprobar un proyecto de infraestructura de $3.5 billones que, entre programas de educación y de cambio climático, también contempla la residencia para los tepesianos.
«Queremos mandar un mensaje al Congreso y el Senado. Ya es tiempo de que pase un paquete legislativo que conduzca el camino a la residencia y la ciudadanía», señaló.
«Nosotros ya le pagamos a Estados Unidos lo que nos ha pedido, pagamos impuestos, hemos tenido buena conducta moral; entonces le solicitamos que considere todo lo que hemos aportado», manifestó Hernández. «Quiero mi pensión, no estoy pidiendo favores ni me están haciendo un favor, yo ya lo pagué», insistió.
La líder les recordó a los tepesianos que por la extensión automática del permiso de trabajo no se debe pagar nada y los invitó a asesorarse con un abogado de inmigración si es necesario.