El patio principal del Centro Escolar INSA, de Santa Ana, se convirtió en una zona de juegos, pero no de cualquier juego. En un lado, unos jóvenes jugaban a saltar la cuerda; en otro lado jugaban chibolas y trompo, a su lado otros estudiantes jugaban al avioncito, mientras otro grupo hacía competencia con capiruchos y yoyos.
Los estudiantes de los distintos grados de la institución dejaron a un lado, por un momento, sus teléfonos celulares y se dedicaron a practicar los juegos tradicionales de antaño. Muchos de los jóvenes ni siquiera conocían cómo usar el capirucho o enrollar el trompo con el cordel para bailarlo.
La práctica de estos juegos fue parte de la Feria Explosión Cultural, organizada por los estudiantes del bachillerato en Servicios Turísticos, como parte de su proceso de formación académica.
La docente encargada de coordinar a los jóvenes, Zulmy Rivera, señaló que uno de los objetivos de esta feria es promover el rescate de valores y tradiciones, entre ellos los juegos tradicionales, para que las nuevas generaciones puedan conocerlos y practicarlos.
Además, hubo venta de productos hechos con frutas de temporada, como mangos, jocotes, aguacates, entre otros elaborados por los alumnos.