La práctica de recibir más dinero del que la ley establece durante los Gobiernos de ARENA quedó clara durante la última sesión de la comisión especial que investiga los sobresueldos. Dos expresidentes de ARENA, Alfredo Cristiani y Antonio Saca, reconocieron que era una práctica habitual y que, aunque estaba fuera de la ley de salarios —que establece los montos que se deben pagar mensualmente a los funcionarios por sus servicios—, la consideraban legal. Cristiani repitió 63 veces durante su comparecencia que era «lícito».
Durante décadas, dar más dinero del que la ley establece para los funcionarios ha sido llamado de diversas formas para no referirse a él como sobresueldo: «complemento salarial» o «compensación económica» eran los términos más conocidos. En todo caso, se trata de dinero entregado en efectivo, al margen de la ley y libre de impuestos.
El secretario privado del expresidente Saca, Élmer Charlaix, quien cumple una condena por corrupción, junto con Saca, en el sector 9 de Mariona, aseguró que quedaba en cada uno de los funcionarios la decisión de declarar el impuesto sobre la renta sobre estos ingresos, porque la administración se los pagaba completos, con fondos provenientes de la partida secreta de la presidencia, que también, de manera eufemística, se conocía como «partida de gastos reservados», «partida de gastos privados de la presidencia» o simplemente se hacía referencia a ella con un código numérico.
Rodrigo Ávila es actualmente diputado de ARENA. Antes se desempeñó como director de la PNC y como viceministro de Seguridad durante los gobiernos de ARENA. Ayer reconoció que recibió una «compensación económica» extra a su sueldo para garantizar su seguridad personal y la de su familia, dada la naturaleza de su cargo. Se negó a llamar por su nombre el sobresueldo que recibió. Al igual que Saca y Cristiani, alega que la práctica era «lícita», aunque ninguna ley la ampare. Se hizo, al igual que con los $11,000 que recibía cada mes el ex secretario jurídico y ahora director del Departamento de Estudios Legales de Fusades, Luis Mario Rodríguez, en la oscuridad y de espaldas a la sociedad.
Ponerles otro nombre a las cosas no cambia su naturaleza. Si no está dentro de la ley, la práctica de los sobresueldos sencillamente no es legal. Y es mucho más grave si los fondos del Estado provenientes de la partida secreta se utilizaron en el pago de honorarios de personajes para que se convirtieran en generadores de opiniones favorables para las políticas de ARENA, y no por servicios a la nación.