Desde el pasado viernes, después del deslave en el que murieron soterrados José Sabino Domínguez Umaña y su sobrino de tres años, en el caserío El Almendro, del cantón El Terrero, de Lislique, en La Unión, la comisión departamental y municipal de Protección Civil iniciaron la evaluación para determinar si se declara no habitable esa zona donde ocurrió la emergencia.
En ese mismo sector donde estaba situada la vivienda que fue soterrada por el deslave se encuentran al menos tres viviendas más, en donde residen otras familias que corren el mismo riesgo, pues las lluvias han continuado en los últimos días.
Sumado a que residen en una zona vulnerable a los deslaves, las viviendas también están ubicadas a pocos metros de un río que pasa por la zona; incluso, el día que ocurrió la tragedia, la tierra y las piedras que se deslizaron llegaron hasta ese afluente.
«Es un lugar donde no hay muchas viviendas, pero las que están siguen en una zona vulnerable donde corren peligro. Por eso hicimos el llamado a la comisión municipal para que hiciera la evacuación inmediata, pero las familias, lamentablemente, decidieron no evacuar», dijo Victoria Gutiérrez, presidenta de la comisión departamental de Protección Civil.
Las autoridades aseguran que, a pesar del riesgo que tienen muchas familias a sufrir percances debido a las lluvias, estas se rehúsan a evacuar por no dejar sus pertenencias y sus viviendas, pero desde la comisión departamental también se les ha hecho hincapié en que se destinará personal de la Policía Nacional Civil (PNC) y la Fuerza Armada para que cuiden sus pertenencias.