La reinstalación temporal del programa migratorio estadounidense «Quédate en México» representa un «desafío muy grande» para el gobierno mexicano desde los puntos de vista material y humano, dijo en una entrevista difundida hoy el ex titular del Instituto Nacional de Migración (INM), Tonatiuh Guillén.
La parte material del programa «está descansando en lo que haga el gobierno mexicano», por lo que «el desafío va a ser muy grande y lo que vamos a ver es que la protección de los migrantes sea insuficiente y deficiente», manifestó Guillén al diario local «La Razón».
Desde su punto de vista, los términos bajo los que se reinstaló el programa migratorio, que obliga a los solicitantes de asilo en Estados Unidos a esperar en la nación vecina la resolución de sus casos, son «una lista importante de lo que se supone ofrecerá México».
Si bien se anunció que habrá recursos desde Estados Unidos que permitan concretar el programa, aún se desconoce si se destinarán a albergues, ni cómo se va a operar, apuntó Guillén, comisionado del INM en 2018 y 2019.
El gobierno mexicano aceptó el 2 de diciembre la reinstalación temporal a partir del lunes de los Protocolos de Protección al Migrante (MPP, por sus siglas en inglés), también conocido como el programa «Quédate en México».
El programa fue aceptado nuevamente por el gobierno de México, luego de que su par estadounidense le comunicó que atenderá todas las preocupaciones humanitarias que le fueron planteadas, como la vacunación contra la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) para los migrantes que sean enviados a suelo mexicano.
«Quédate en México» fue creado durante la presidencia de Donald Trump y suspendido por el gobierno del demócrata Joe Biden en febrero, pero decisiones judiciales ordenaron su reinstalación inmediata.
Guillén prevé que bajo los MPP serán retornados a México al menos 700 migrantes diarios, unos 21.000 por mes, lo cual en opinión de expertos puede agravar aún más la crisis migratoria que atraviesan el país y la región.