Desde la Dirección Nacional de Fuerzas Especiales con las manos esposadas y cubierto de agentes de la Policía Nacional de Honduras – como hace dos meses – fue trasladado en helicóptero este jueves el expresidente Juan Orlando Hernández (2014-2022) hacia la base aérea Hernán Acosta Mejía para ser extraditado por la Administración de Control de Drogas (DEA, siglas en inglés) hacia Nueva York, Estados Unidos, tras ser acusado por tres delitos de narcotráfico y armas.
La operación denominada «Liberación» incluyó cuatro helicópteros de la policía y de la Fuerza Aérea para el traslado del expresidente hacia la base aérea Hernán Acosta Mejía en Toncontín. El vuelo desde la Dirección Nacional de Fuerzas Especiales, donde Hernández esta recluido desde el 15 de febrero, hacia Toncontín duró entre 8 a 9 minutos. En la zona también fueron asignados francotiradores.
Fue en este mismo lugar donde arribó el avión N430JT de la DEA a la 1:18 de la tarde, luego de algunos minutos de retraso. De la aeronave bajaron cinco miembros de sus miembros.
El avión realizará una escala en Florida, desde donde salió esta mañana, para llenar de combustible y luego aterrizar a Nueva York. La Corte del Distrito Sur de esta ciudad atribuye a Hernández los delitos de conspiración para importar drogas a Estados Unidos, usar o portar armas de fuego y conspiración para usar armas de fuego en apoyo a la conspiración para traficar narcóticos.
Con decenas de policías desplegados para la operación y vehículos blindados, la Secretaría de Seguridad prohibió el uso de drones tanto en las instalaciones de las Fuerzas Especiales como en la base aérea Hernán Acosta Mejía.
Hernández estará detenido en la cárcel donde estuvo Joaquín «El Chapo» Guzmán: el Centro Correccional Metropolitana (MCC, por sus siglas en inglés).
El ministro de la secretaría de Seguridad, Ramón Sabillón, dijo esta mañana durante una conferencia de prensa que el exmandatario recibió ayer su última visita familiar y que este día solo se trata de verificar el proceso de entrega a los agentes estadounidenses que lo reclaman por sus vínculos al narcotráfico y armas, al igual que su hermano, el exdiputado «Tony» Hernández condenado a cadena perpetua en 2021. «Se le ha permitido todo lo que conlleva de acuerdo con las reglas», señaló el ministro.
Anoche se desarrolló el chequeo médico desde la Dirección Nacional de Fuerzas Especiales donde Hernández estaba recluído del 15 de febrero del corriente año; Sabillón aseguró que se encuentra en «óptimas condiciones y en buen estado de salud».
El exagente de la DEA, Mike Vigil, detalló en entrevista con el noticiero Hoy Mismo ayer que de acuerdo con la ley, un juicio rápido tiene un período de 70 días, pero que dependerá de los fiscales o la defensa del expresidente para que se concrete en ese tiempo debido a la aparición de nueva evidencia o al estudio de la misma.