En un artículo publicado por el medio de noticias e investigaciones en línea, el profesor de la Universidad Estatal de Ohio, Brad Bushman, y el director de investigación de la Universidad de Pensilvania, Dan Romer, analizaron qué factores llevan a un niño de seis años a dispararle a su maestra en la Escuela Primaria Richneck de Virginia la semana pasada.
Los académicos aseguran que los actos de violencia armada en películas PG-13 se han casi triplicado en los 30 años desde que se introdujo dicha clasificación en 1984.
En otro sondeo hecho en 2009 para adultos, el 12 por ciento de los encuestados dijo que se les permitía ver películas PG-13 entre los seis y nueve años, y el 6 por ciento aseguró haber visto esas producciones cuando eran aún más jóvenes.
La violencia en los medios puede llegar a influenciar las conductas peligrosas de los niños si encuentran un arma real y los insensibilizan o adormecen ante la violencia, aumentando la posibilidad de que imiten las conductas agresivas que observan y las consideren normales, advirtieron los investigadores.
Asimismo, señalaron, Estados Unidos tiene muchas más armas per cápita de propiedad civil que cualquier otro país del mundo, con 120,5 de estos dispositivos por cada 100 habitantes.
Esto sumado a que los niños son curiosos por naturaleza, y los adultos a menudo subestiman su capacidad para encontrar armas escondidas en el hogar, afirmaron los académicos.
Cada año, más de 300 personas resultan heridas o muertas por disparos accidentales de niños en Estados Unidos, causa por la cual Bushman y Romer instaron a los propietarios de armas a guardarlas bajo llave, descargadas y con las municiones almacenadas por separado, especialmente si hay menores en casa.