Hace 50,000 años, el lago de Coatepeque, que en náhuat significa cerro de la culebra, experimentó un feroz período de actividad megatelúrica que concluyó con una gran explosión que dejó un enorme hueco de más de 20 kilómetros de radio y unos dos de profundidad, que comenzó un largo proceso de captación de aguas lluvias y subterráneas para convertirse en lago.
Ubicado territorialmente en El Congo, con un 65 % del cantón La Laguna, Santa Ana; con un 30 % con los cantones Planes de la Laguna y potrerillos de la Laguna e Izalco; con un 5 % con el cantón Las Lajas.
Son 12 las comunidades alrededor del lago que viven de la pesca; donde abundan las especies de peces como el guapote tigre, la mojarra, el ejote, la tilapia, los butes y otras especies como los crustáceos (cangrejos) y las anguilas.
Dentro de los factores de contaminación tenemos: 1- el crecimiento poblacional, pues alrededor del lago viven más de 10,000 personas y el 98 % de ellas evacua las aguas grises (sucias) directamente a las calles. Estas bajan a través de canaletas al manto acuífero. 2- comercio descontrolado y el turismo que aún no regulan las alcaldías competentes. El área más afectada en el cantón La Laguna, que pertenece a El Congo, pues es donde hay más restaurantes y hoteles que no reúnen las condiciones básicas para el tratamiento de sus aguas residuales. 3- la basura. Esta es arrojada al lago por sus visitantes y hasta por los lugareños. 4- agroquímicos usados en la agricultura de los alrededores y con las lluvias son arrastrados al lago. 5- combustibles que son insertados con el transporte acuático. 6- detergentes y jabones, usados domésticamente. Otros.
Cada día estos contaminantes dejan una huella dramática, pues en los últimos días hemos visto un color café espeso en las orillas del lago y en varias partes del fondo del espejo acuático. Eso debe alertarnos de que nuestra octava maravilla está pidiendo auxilio o morirá en los próximos 15 años si no implementamos acciones de descontaminación.
Para el salvadoreño inventor e ingeniero-químico Andrés Mauricio Houdelot Araujo, creador de descontaminantes con mucho éxito internacional, con quien conversé, aún podemos salvar el lago de Coatepeque si tratamos el agua con el uso de descontaminantes, como se ha hecho en lagos de Sudamérica, donde incluso se eliminó el mal olor de un lago. Tristemente esas acciones significan mucho dinero y hay que estarle dando el mantenimiento necesario. Pero que si no hacemos podríamos ver morir nuestra octava maravilla del mundo.
Es importante que todos pongamos nuestra cuota de protección a nuestro medio ambiente, este incluye ríos y lagos, pero para eso se necesita: voluntad de las autoridades y de la población que genere concientización y un cambio de cultura en la protección ambiental, junto con acciones de tratamiento de aguas que podrían hacer grandes cambios y garantizar agua para más años en nuestro amado El Salvador.