Según la Guardia Civil, la persecución tuvo lugar la pasada noche cuando ocho embarcaciones fueron detectadas entrando a gran velocidad por el río Guadalquivir, cerca de la ciudad portuaria de Cádiz, en Andalucía.
Apoyados por un helicóptero, los guardias civiles comenzaron la persecución de los traficantes para «impedir el desembarco del alijo», precisan las autoridades en un comunicado.
«Una de las embarcaciones, con cuatro motores y cargada de droga», logró llegar a tierra acompañada «de otra que le hacía de guía», pero el helicóptero aterrizó «junto a ellos», explica el comunicado.
Los tripulantes «huyeron del lugar con la narcolancha más grande, abandonando 47 fardos de hachís y la embarcación que hacía de guía», añade la Guardia Civil, que precisa que retomó la persecución.
Le embarcación a bordo de la que se encontraban los sospechosos recorrió «400 metros» antes de estrellarse frontalmente y «a máxima potencia» contra la costa del río.
En el accidente, «la embarcación volcó hacia abajo, produciendo el fallecimiento de una persona, mientras que otras cuatro resultaron heridas de diversa consideración», precisa el comunicado.
En total, se recuperaron 74 fardos de hachís alrededor del lugar del accidente, que se suman a los otros 47 abandonados en la costa donde había atracado inicialmente la embarcación, según la Guardia Civil.
Este accidente se produce siete meses después de la muerte de dos guardias civiles cuya embarcación chocó contra una lancha de narcotraficantes durante una persecución en el puerto de Barbate, igualmente en la provincia de Cádiz.
La bahía de Cádiz es escenario habitual de incautaciones de droga por los agentes de aduanas españoles y la Guardia Civil.
España es uno de los principales puntos de entrada de droga en Europa, en particular la región de Andalucía, en el sur, debido a su proximidad con Marruecos, donde se produce la resina de cannabis que después se exporta a la península.