Mujeres de la zona oriental que forman parte del proyecto Reclima, de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se dieron cita en un salón de convenciones de San Miguel para compartir las experiencias que han tenido que sortear para lograr un espacio en el área de producción agrícola, un trabajo que tradicionalmente ha sido liderado por hombres.
El evento, denominado «Sensibilización sobre derechos de las mujeres en un medioambiente saludable», se llevó a cabo en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
«Tratamos de visibilizar el gran aporte y la colaboración de las mujeres al desarrollo rural, la seguridad alimentaria, la educación, la formación y también dentro de las comunidades. Lo que queremos hacer es un llamado muy especial a la no discriminación y violencia contra mujeres y contra la niñez», dijo Mariano Peñate, coordinador del proyecto Reclima y líder de Mejor Producción para FAO El Salvador.
Dentro del proyecto Reclima, alrededor del 38 % son mujeres que participan en actividades específicas como líderes o promotoras comunitarias, y unas 1,400 son beneficiarias de sistemas de recolección de agua en los domicilios, reduciendo la carga de las actividades que se desarrollan dentro del hogar.
Iris Díaz Sandoval, de la comunidad El Mogote, en Lolotique, San Miguel, trabaja como promotora con 38 personas, en su mayoría mujeres.
«Tengo experiencias de las mujeres de mi comunidad que no participaban porque se sentían oprimidas por sus esposos, no las dejaban participar porque para ellos el trabajo de la agricultura en el campo es solo para hombres, y no, nosotras como mujeres lo podemos hacer muy bien», comentó.
En el proyecto Reclima, de la FAO, la igualdad de género es tan importante como la gestión de recursos naturales. Por ello tiene acceso a información sobre derechos de la mujer y otro tipo de capacitaciones que las llevan a involucrarse en acciones en pro del desarrollo de sus comunidades.