Felissa Cristales, exdiputada de la legislatura anterior, analiza la crisis interna que enfrenta ARENA, su expartido, y considera que la falta de apertura y de espacios de participación para nuevos liderazgos puede llevarlo a quedar reducido en el número de legisladores en las elecciones de 2024, si es que el Tribunal Supremo Electoral no lo cancela antes por actos de corrupción. Asimismo, destaca el trabajo de la nueva Asamblea, con mayoría de diputados de Nuevas Ideas, y se muestra a favor del trabajo que ha llevado a cabo el Gobierno Central
¿Cómo evalúa el trabajo de la nueva Asamblea Legislativa?
El trabajo de la bancada cian definitivamente ha sido muy importante para el país. Los salvadoreños que votamos por Nuevas Ideas votamos en esa cantidad, y la gente le dio 56 diputados a Nuevas Ideas no por casualidad ni para que pidiera permiso ni para que anduviera con medias tintas. Le dimos 56 diputados para que hiciera los cambios que hemos visto que ha hecho. La oposición esperaba que, a pesar de tener 56 diputados —y que fue la voluntad de los salvadoreños—, la bancada cian se quedara atada a las reglas que ellos como políticos del pasado habían puesto. Yo te aseguro que si pudieran entrevistar a varios salvadoreños de los que votamos por Nuevas Ideas y les preguntaran qué opinan de la bancada cian, dirían que todavía falta que quiten al procurador para los Derechos Humanos. Yo voté en contra de la elección de ese procurador porque tenía vínculos partidarios con el FMLN. Yo lo había visto trabajando en la Asamblea para el FMLN. Por otra parte, la nueva Asamblea ha aprobado una ley de recursos hídricos que me pareció muy equilibrada. No le está dando potestad a la empresa privada sobre la administración del recurso hídrico, como esperaba ARENA, ni tampoco está intentando ahorcar a la industria, como pretendía el FMLN.
¿Cómo ve el papel de la oposición en la nueva Asamblea?
Por tiempos hemos visto que el FMLN se ha unido con ARENA; están juntos ahora. Están juntos en todo. El papel de la oposición es nefasto. Yo te aseguro que la oposición, la llames ARENA, FMLN, Nuestro Tiempo o VAMOS, va a ir cada vez con menos diputados en la Asamblea por su manera de actuar. Legalmente, creo que es válido cancelar a ARENA y al FMLN. Han cometido, como institución, actos de corrupción. Yo nunca voté por un presupuesto [general de la nación] porque nunca hubo una lista de ONG a las que se les fuera a asignar recursos y que un diputado pudiera saber por qué se les estaba dando recursos a esas ONG. Era una lista que armaban entre los diputados de la comisión de hacienda y la pasaban al pleno directamente. A esto sumémosle el financiamiento que hicieron a las pandillas [en las campañas electorales]. Creo que esa es la principal causa para cancelarlos.
En los últimos días han renunciado diputados, exdiputados, alcaldes y exalcaldes. ¿Cómo interpreta estas renuncias?
ARENA simplemente representa todo lo que los salvadoreños ya no quieren en la política. Y eso no va a cambiar. Puede ser que todavía haya gente engañada, pero cada vez son menos. Yo ya ni considero que sea crisis que la gente se esté saliendo del partido. Esto va a ser algo continuo. Te aseguro que de aquí a las elecciones eso va a seguir pasando, la gente seguirá saliéndose de ARENA. La manera de hacer las cosas dentro de ARENA, esa resistencia a cambiar, se aferró a un grupo de gente que hizo lo que quiso no solo con ese partido, sino con El Salvador, no permite que llegue gente decente y que diga que va a cambiar el partido. En ARENA todavía hay un voto de nostalgia, de la gente que se acuerda de la guerra, sobre todo de la generación que vivió la guerra.
¿Qué futuro le vislumbra al partido ARENA?
De no ser cancelado, que yo creo que es lo que legalmente corresponde, ARENA va a ir por el mismo camino del FMLN [en la reducción del número de diputados].
¿Siempre ha habido resistencia de ARENA a cambiar?
Desde que yo entré como candidata para diputada suplente siempre fue la misma resistencia, sobre todo cuando entré como candidata propietaria. Los sectores más tradicionales —como el Grillo [Eduardo] Barrientos— ya me identificaban como alguien a quien había que bloquear porque tenía mi propio criterio. La resistencia al cambio, el pensar en mejorar, el pensar en el bienestar del país nunca han sido prioridad de ARENA. Lamentablemente, el partido es esa cúpula.
¿Cómo evalúa el trabajo del Gobierno Central?
Ha hecho obras muy importantes que significan muchísimo para El Salvador, y sobre todo genera ese ambiente de cambio y esperanza. Hay muchas cosas que hay que resaltar sobre el trabajo del Gobierno. Creo que el manejo de la pandemia es algo que agradezco y de lo que me siento orgullosa.