En los últimos años, Felissa Cristales se ha convertido en una de las figuras políticas con mayor popularidad en redes sociales. Desde sus plataformas en Instagram y Twitter, sobre todo, se ha perfilado como una voz constante en temas de la coyuntura nacional, pero, también, dejando espacio para compartir momentos personales y generar un espacio de interacción con sus seguidores digitales.
Sin embargo, para la aún legisladora, lo más importante no está en la popularidad que pueda ganar con cada publicación, sino más bien con el impacto que pueda derivarse de ellas a escala social y la consciencia que pueda crear en una población salvadoreña en la que, según Cristales, ha comenzado a producirse un despertar que ha colocado fecha de caducidad a una clase política desgastada y alejada de los intereses de las mayorías.
En esta entrevista, Felissa Cristales conversa sobre quién es ella más allá de su imagen como mujer dedicada a la política y cuáles fueron sus motivos para involucrarse en uno de los entornos más complicados de la sociedad. Además, asegura que su trabajo político no depende de su quehacer legislativo, por lo que enfatiza que su participación en la vida política de El Salvador está lejos de terminar.
La conocemos desde su trabajo legislativo y en redes sociales, pero ¿quién es realmente Felissa Cristales?
Creo que soy una mujer feliz con mi trabajo y con mi familia. Soy una mujer llena de proyectos, amante de los animales, de los niños y defensora de las causas justas. Me encanta defender todas aquellas cosas que sé que son causas importantes para todos pero que nunca han tenido quién las abandere.
¿Cómo nació la idea de involucrarse en la política?
A mí me gustó la política desde chiquita, pero no tuve la oportunidad hasta que ya tenía aproximadamente 30 años. Involucrada en política estuve siempre porque mis papás fueron fundadores de ARENA. Me involucré con los ideales del partido, pero llegué y vi que las cosas no eran como se decía.
¿Cuándo empieza Felissa Cristales a tener ese despertar y la consciencia de que las cosas no están bien en la política salvadoreña?
Cuando llegás a la Asamblea, cuando vivís la política que se da en la Asamblea es cuando te das cuenta de que las cosas no son como pensás. La gente fanática me ve como alguien que está mintiendo, pero les estoy diciendo la verdad: las cosas no son como las dicen, te venden un ideal, pero lo que hacen adentro es muy diferente.
En mi caso, fue desde que yo estaba en la Asamblea como suplente el período pasado. Empecé a ver que hay mucho que cambiar y comencé con ese discurso que he mantenido todo este tiempo, pero que me ganó bastantes anticuerpos al interior del partido. Se me veía como la rebelde, como la que en algún momento se va a ir, como la que quiere venir a hacer las cosas a su manera y, en realidad, me gané la candidatura interna porque la gente votó por mí y no porque tuviera el agrado de la dirigencia.
¿Cómo se dio cuenta de que no contaba con la simpatía de la dirigencia del partido?
Cuando llegaba a los eventos en los municipios durante la campaña, a todos los candidatos se les permitía subirse y a mí no, porque un miembro del COENA decía que yo no podía entrar. En muchos lugares me pasó lo mismo. Sabía que había mucha gente a la que le caía mal, pero había otra gente que no, que sabe que lo que estoy diciendo y siempre he dicho es cierto, pero que se queda votando por ARENA por simple tradición. Hay personas que me han dicho que han votado obligados por ellos y que como siempre han votado así, siempre van a votar así. Eso es muy generacional.
Desde su experiencia, ¿cómo está la situación de la participación de la mujer en la política salvadoreña?
Yo creo que en la clase política que está por caducar había bloqueos de todo tipo, indistintamente si se trata de mujeres u hombres. En mi caso personal siempre hubo bloqueos, pero no necesariamente por ser mujer.
Por lo general, a las mujeres nos da miedo mostrarnos por estigmas sociales que nosotras mismas permitimos que nos afecten. En lo personal, desde el principio me decidí que iba a tener una carrera pública y que me iba a someter a estar en el ojo público todo el tiempo. La gente también entiende que sos humano y que te podés equivocar, pero, también, hemos llegado a un momento en que los salvadoreños saben quién pueden tener buenas intenciones y quién no.
«Yo creo que en la clase política que está por caducar había bloqueos de todo tipo, indistintamente si se trata de mujeres u hombres»
Felissa Cristales.
¿Qué tipo de obstáculos ha tenido que superar en su carrera política?
Ha habido momentos difíciles, ha habido campañas de desprestigio, pero al final de cuentas, sin no rompes ese esquema, si no vas abriendo ese camino no vas a tener un país distinto nunca. El hecho de ser mujer te hace más vulnerable a cierto tipo de ataques que para los hombres posiblemente no significa nada. Pero, al final, tenés que saber que sos una persona y que van a tratar de atacarte porque vas avanzando, pero no significa que tengás que detenerte.
En mi familia, varios miembros me llaman y me dicen: «mira, tené cuidado con lo que estás diciendo, puede llevarte a tener problemas», a lo que yo contesto: ¿Alguien te ha mandado a decírmelo? Porque, si es así, eso es una amenaza». Así logro detener cualquier miedo que me quieran infundir. Nunca he recibo amenazas directamente.
¿Qué tanto ha sacrificado Felissa Cristales para llegar a dónde está ahora?
Tiene mucho que ver con lo que se hace en el día a día, pero no es un sacrificio. Tiene que ver con ser consecuente con lo que estas transmitiendo y con lo que verdaderamente sos. Trato de ser lo más honesta posible y ponerle luz a cada área de mi vida. Eso para mí es ser honesto, es dar la cara más genuina que yo pueda.
Muchas veces se cree que el desarrollo profesional de una mujer solo se alcanza si sacrifica su vida familiar o su realización en la maternidad. ¿Qué piensa Felissa Cristales al respecto?
Hay muchas salvadoreñas que han demostrado que la maternidad no tiene nada que ver con tu desarrollo profesional. En mi caso, yo no tengo hijos porque la vida no me ha bendecido con hijos, pero si yo tuviera un hijo lo anduviera en todos lados. Sería feliz. Me encantaría.
Creo que todas las salvadoreñas somos mamás por naturaleza. Por eso siempre vamos a rechazar el tema del aborto. Soy defensora de la familia. Cuando uno conversa con una abuela o con una mamá, descubrís que, realmente, ellas se van a quedar con sus ocho hijos y sus nietos. Por eso, lo que tenemos que hacer es garantizar que los servicios sean de calidad, que haya oportunidades de empleos y que en las escuelas se den oportunidades para estudiar.
«No pienso salir de la esfera política ni dejar mis aspiraciones. Este período me dará un tiempo para dedicarme a proyectos personales. Sigo queriendo trabajar por los salvadoreños»
Felissa Cristales.
Llega el punto final de la legislatura actual y no se le dio paso a su reelección. ¿Qué podemos esperar de Felissa Cristales a partir del 1 de mayo?
No pienso salir de la esfera política ni dejar mis aspiraciones. Este período me dará un tiempo para dedicarme a proyectos personales. Sigo queriendo trabajar por los salvadoreños. Quiero una fundación que pueda dedicarse a varias cosas, que pueda dedicarse a animales, que tenga que ver con personas, que tenga que ver con impulsar la educación, que ayude a personas con discapacidad y a adultos mayores. Ya estamos en la creación de ese proyecto.
Por ahora viene una pausa que por ley tengo que hacer, pero no significa que las expectativas políticas vaya a dejarlas. Hay un tema que me interesa mucho y es la audiencia que tengo en redes sociales. He sido muy bendecida con el cariño de la gente y quiero dedicarle más tiempo a eso, hacerlo crecer, dar un contenido de calidad, dar el siguiente paso en el contenido. Ese será un proyecto para los próximos meses.
¿Se ve como una «influencer» política?
Más bien me interesa hacer que la gente no se olvide de temas importantes para nuestra sociedad. Temas como las pensiones, todo lo que tiene que ver con el sistema financiero, donde trabajé muchos años. El sistema financiero se ve como algo que no te afecta directamente, pero sí te afecta. Un sistema financiero sano y humano es la herramienta adecuada para dar desarrollo, no ese desarrollo que te regala sino el que te hace valerte por ti mismo y que te hace entender que podés salir adelante con lo que te has ganado. El sistema financiero es un negocio, pero también es una herramienta efectiva para desarrollar al país.
La parte comunicacional es fundamental porque, junto a mi equipo de trabajo, tratamos de darle mucho énfasis a todo lo que vamos a comunicar y a cómo lo vamos a comunicar. Eso nos ha permitido poner manejar temas complejos sin que la gente los sienta tan complejos. Dedicamos mucho tiempo a la elaboración del mensaje.
¿Se ve Felissa Cristales como un referente para las jóvenes salvadoreñas?
Me gustaría dejar un buen legado, algo que la gente pueda decir que hice bien por el país, que la gente me perciba como alguien que quiere el bien para el país. En tanto mis objetivos estén alineados a los objetivos de la mayoría de los salvadoreños va a ser un trabajo noble. Quiero que cuando llegue a vieja, la gente me recuerda como alguien que dio de sí para su país. Está bien crecer, porque uno tiene que desarrollarse primero para poder hacer algo por los demás, pero sí quiero que al final de mi vida me recuerden como alguien que hizo algo para su país.