Los gritos agudos del timonel colombiano, Armando «Piripi» Osma, desde las gradas del Estadio Sergio Torres, empezaron a la par del partido. Casi en una sintonía fiel. El cafetero, que lleva ya tres juegos dirigidos desde afuera, tenía en mano una libreta improvisada, para marcar con detalle aciertos y desaciertos de sus jugadores
«Muévala, muévala», les gritaba el entrenador suramericano, a sus mediocampistas. Luego, a quien más le dictaba indicaciones era al delantero brasileño, Marlon Da Silva.
Pero el hecho de que casi quedaba sin garganta quedó de lado al 72, cuando Luis Canales, seleccionado Sub 23, apareció en el área emplumada y mandó el balón a las redes, para el 1-0 y, de paso, sellar el triunfo de los toros ante Águila, por la fecha tres de la fase de zonas.
Tras ese triunfo, Firpo mira desde arriba a sus rivales, en la tabla, con 7 puntos, con el agregado de que sigue invicto en esta competencia.
Los pamperos cobraron agravios a los migueleño, por el 0-2 de la ida de cuartos de final, a mediados del mes pasado, en partido disputado en este mismo estadio.
Por su parte, «Piripi» sufrió todo el juego desde las gradas. Cuando fue el turno de la hidratación, al minuto 30, el cafetero bajó hasta el banquillo, para platicar con su asistente, Rodolfo Góchez, para compartirle lo que había visto anteriormente.
El timonel colombiano se tuvo que quedar cerca del banco, para no perder detalles. Se apoltronó en ese sitio para aproximarse a su defensa, que estaba metida en apuros ante un Firpo que tenía en cancha a Álvaro Lizama y Kevin Sagastizado, quienes generaban desequilibrio.
Osma se aferraba con un par de dedos en la malla ciclón, que cerca el campo veía cómo los toros tenían el control del juego con Lizama y Sagastizado.
Águila, por su parte, tuvo que apoyarse en Gerson Mayén y Santos Ortiz, para generar en ofensiva. Pero si se compara con el volumen del rival para esa función, lo de Firpo era más, porque tenía en su mapa el camino al arco de Benji Villalobos.
Sentencia
Luego, para el segundo tiempo, la intensidad de los gritos de Osma se redujo de manera considerable. Pero el estratega cafetero siguió cerca del banco emplumado. «Toque, busquen balón», ahora esas eran las frases de Osma.
Águila no la pasaba bien en campo, porque Firpo seguía teniendo gallardía para ir hacia el frente. En el radar de los toros aún estaba fresco aquel 0-2 en contra, en la ida de cuartos de final, por lo que era hora de cobrar agravios.
Firpo se había ido con el gol entre ceja y ceja al ataque. Luis Canales y el ecuatoriano, Éber Caicedo exploraban el área de los emplumados, que hasta ese momento les alcanzaba su argumento defensivo para sacar el negocio en Usulután.
Ante el aturdimiento de Firpo en el ataque, Osma tuvo que reaccionar. Mandó a cancha a Nicolás Muñoz y Diego Coca, quien al 69, con solo tres minutos en cancha estuvo cerca de mandar el balón a un rincón del arco de los toros.
Pero tres minutos más tarde, al 72, llegaría el alivio de los toros, con gol de Luis Canales, quien lo merecía por todo el tiempo que lo había buscado. Justicia para el atacante.
Luego, ni los siete minutos del agregado le alcanzaron a Águila para poder emparejar cartones, porque los toros tenían mejor reparto en cancha.
Al final, Firpo cantó victoria y le puso la primera cruz al último subcampeón, en este certamen.