El tener ostentosas propiedades en diferentes zonas de El Salvador no le bastó a Mauricio Funes y a sus aliados para satisfacer sus lujos, su ambición cruzó las fronteras salvadoreñas y en Sudamérica encontraron un destino.
Una casa en Chile y dos apartamentos en Brasil son los bienes que la Fiscalía ha logrado ubicar en las investigaciones de «Saqueo Público», en el que Funes y 31 más son acusados de sustraer más de $350 millones de las arcas del Estado.
La vivienda en Chile fue materializada en abril de 2019 junto a otras 60 propiedades relacionadas a Funes, las cuales fueron compradas con fondos públicos. Mientras que los lujosos apartamentos son parte de los inmuebles que la Fiscalía incautó el miércoles pasado a Hugo Barrientos Clará, quien fungió como viceministro de Obras Públicas durante el gobierno de Funes.
Según informó el fiscal general, Rodolfo Delgado, los apartamentos están ubicados en Río de Janeiro, Brasil, y han pedido a las autoridades brasileñas la confiscación. A Barrientos Clará, la fiscalía también le decomisó 23 vehículos de lujo, entre ellos varios de colección.
Barrientos Clará «era quien le consentía todos sus caprichos al expresidente», entre estos, la construcción de residencias de lujo en zonas exclusivas para sus parejas sentimentales, ya que fue él quien construyó la vivienda donde residía la exprimera dama, Vanda Pignato en Lomas de Altamira y el spa de su actual pareja Ada Michel Guzmán.
Todo el despilfarro de Mauricio Funes llevó a un incremento del 50.92% del presupuesto total ejecutado por la Presidencia de la República, según las investigaciones fiscales. Durante los cinco años Funes, aumentó el presupuesto en Casa Presidencial en $689,351,693.20.