El Tribunal Tercero de Sentencia finalizó el juicio en contra de ocho miembros de la familia Flores Batres, por supuesto lavado de dinero que asciende a $12,583,000, el fallo fue programado para el 1 de septiembre.
La Fiscalía General de la República ha solicitado al tribunal que los condene a penas de 10 y 15 años de prisión por considerar que las pruebas presentadas confirman que los procesados estuvieron lavando dinero.
La pena máxima de 15 años de cárcel fue solicitada para Jaime Adalberto Flores Batres considerado por el ministerio público como el cerebro de todas las operaciones de blanqueo investigado.
La misma pena fue solicitada para Rosa Delmy Amaya Márquez y María Verónica Rodríguez Rivera, para Sonia Maricel Amaya Márquez, los fiscales han solicitado 10 años; ocho años para Sandra Yasmín Flores y cinco años para Rosa Batres Viuda de Flores y María Brígida Márquez.
En la vista pública, la Fiscalía dijo que la investigación comenzó el 5 de julio del año 2012, cuando Jaime Adalberto Flores Batres y Sonia Maricel Amaya Márquez, fueron abordados por agentes de seguridad en el Aeropuerto Internacional de El Salvador, ese día viajaban hacia Lima, Perú, con $196,500.
En las pesquisas detectaron que entre los miembros de la familia Flores Batres se transferían grandes cantidades de dinero para desviar la atención de las autoridades, al final detectaron que movieron en el sistema bancario más de $12 millones, dinero del que se desconoce la procedencia.
Los abogados defensores terminaron sus alegatos pidiendo una exoneración y dijeron que no existe lavado de dinero que han presentado en el juicio abundante documentación detallada sobre el pago de impuestos y la procedencia licita del dinero, que el dinero es producto de las ganancias por negocios realizados en Estados Unidos y Perú, donde trabajaban en proyectos de construcción.