El Gobierno del presidente Nayib Bukele continúa sumando logros y posicionando al país en materia económica. La calificadora de riesgo Fitch Ratings subió este día la calificación de riesgo emisor en moneda extranjera a largo plazo de El Salvador a ‘B-‘ desde ‘CCC+’. La perspectiva de la calificación es Estable.
Como factores clave de esta subida, Fitch destacó que la mejora de la financiación impulsa la calificación. «La mejora de la calificación de El Salvador a ‘B-‘ refleja la reducción de las necesidades de financiación y la flexibilización de las restricciones financieras respaldadas por la recuperación del acceso al mercado y el programa del FMI (Fondo Monetario Internacional) anunciado recientemente».
Fitch espera que el programa respalde la implementación de medidas de consolidación fiscal que, junto con la reducción de la deuda pendiente de corto plazo con los bancos nacionales y la recompra de deuda externa, debido a las operaciones de gestión de pasivos del año pasado, deberían reducir las necesidades de financiación.
«Una consolidación exitosa también podría impulsar la confianza de los inversores en la sostenibilidad de la deuda de El Salvador y permitir más emisiones», añade el análisis de la calificadora.
En ese escenario, y como pilar fundamental para la estabilidad económica, la calificadora remarcó que El Salvador alcanzó un acuerdo a nivel de personal técnico con el FMI el pasado 18 de diciembre de 2024, para un programa de Facilidad Ampliada del Fondo (FAF) de 40 meses por $1,400 millones.
«Si bien los detalles aún no están disponibles, el acuerdo incluye un ajuste fiscal, cambios legales para que la aceptación de bitcóin por parte de las empresas sea voluntaria en lugar de obligatoria, y mejorar la gobernanza y la transparencia», señala.
Además, en materia fiscal, las autoridades acordaron un ajuste del balance primario del sector público no financiero (SPNF) de 3.5 % del PIB durante los próximos tres años, con un ajuste inicial de 1.5 puntos porcentuales en 2025.
«La FAF debería desbloquear fondos multilaterales adicionales. El partido del presidente Nayib Bukele, que cuenta con mayoría en el Congreso, debería facilitar la implementación de estas medidas», añade Fitch.
La consolidación fiscal con un crecimiento de los ingresos en alrededor del 9 % debido a mayores impuestos vinculados al consumo y los ingresos, un presupuesto general 2025 totalmente financiado, y una reducción sustancial de la deuda de corto plazo a través de operaciones de gestión de pasivos con bancos locales y mejores fuentes de financiamiento, también destacan entre las claves para la mejora de la calificación del país.
«Fitch espera que las necesidades de financiamiento sean manejables en 2025 y 2026 tras la disminución del déficit y las amortizaciones de corto plazo. La reducción del déficit será impulsada por los esfuerzos de consolidación a nivel del gobierno general. El déficit relacionado con las pensiones probablemente seguirá siendo del 2.0 % del PIB y se financiará a través de las AFP. Los desembolsos del FMI, los fondos multilaterales y los mercados internos deberían cubrir el resto de los déficits y amortizaciones no relacionados con las pensiones», sostiene la calificadora.