El organismo multilateral ratificó igualmente su proyección de aumento del Producto Interno Bruto (PIB) argentino del 3 por ciento para el año 2023, cifra que también se contempló en un reporte divulgado en abril pasado.
En el informe, el FMI auguró un panorama global más «sombrío» con una desaceleración de la economía mundial a un 3,2 por ciento para este 2022 desde el crecimiento del 6,1 por ciento experimentado el año pasado.
El organismo aseguró que «varios shocks han afectado a una economía mundial ya debilitada por la pandemia: una inflación superior a la esperada en todo el mundo, especialmente en los Estados Unidos y las principales economías europeas».
Para la región de América Latina y el Caribe, el organismo proyectó un crecimiento económico del 3 por ciento para el año corriente frente al 6,9 por ciento del 2021.
«Mientras el aumento de precios sigue reduciendo el nivel de vida en todo el mundo, la máxima prioridad de las autoridades económicas debería ser el control de la inflación», advirtió el FMI.
El FMI destacó el lunes el compromiso del Gobierno de Argentina con el objetivo de sostenibilidad fiscal del país, tras un encuentro que sostuvieron la ministra argentina de Economía, Silvina Batakis, y la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva.
Argentina y el FMI mantienen vigente un Programa de Facilidades Extendidas para resolver una deuda por alrededor de 44.500 millones de dólares.
El acuerdo contempla metas cuantitativas trimestrales y anuales relacionadas con el combate a la inflación, la reducción del déficit fiscal y el aumento de las reservas internacionales.