Los primeros comicios en los que participó el FMLN como parte de su vida política fueron los de 1994, que le dejaron un total de 15 alcaldías por gobernar con su bandera. Es la cantidad más baja de municipalidades obtenidas en un solo evento electoral por parte del partido rojo.
Pero este antecedente puede cambiar si su crítica situación no presenta mejorías significativas, a la luz de la división interna que sufre.
De las 30 alcaldías que ganó en los comicios de 2021 solo mantiene 23, por las renuncias de siete jefes municipales que dejaron de comulgar con los principios políticos rojos y que no encontraron respaldo en el partido.
Quienes decidieron renunciar han coincidido en que la sangría de alcaldes podría continuar, ya que no se termina de percibir cambios significativos en la dirección política del FMLN.
Una de las críticas es que existe una notoria disputa interna por el poder y la toma de decisiones, que ya han trascendido hasta escenarios públicos con roces entre dirigencia y militancia.
De no atender estos reclamos, más alcaldes podrían sumarse al éxodo rojo y más alcaldías quedarían sin la batuta del FMLN, corriendo el riesgo de quedarse incluso con menos comunas que las que obtuvo en las elecciones municipales de 1994.