Ford anunció este miércoles que modificará su estrategia para los vehículos eléctricos, y se concentrará en coches más baratos en lugar de grandes unidades para particulares.
El anuncio implica el abandono de su proyecto de fabricar un gran SUV eléctrico, que finalmente tendrá solo una versión híbrida, precisa el grupo.
Este cambio supone una carga contable adicional de 400 millones de dólares y gastos adicionales por unos 1.500 millones, que se reflejarán en los resultados del trimestre. Ford explicó que quiere concentrarse en vehículos «de precios más bajos y mayor autonomía».
«Aprendimos mucho como número dos en (el mercado) estadounidense de vehículos eléctricos, sobre lo que quieren los clientes, así como acerca de aquello que se necesita para estar entre los mejores y ser rentables», se justificó el presidente de la empresa, Jim Farley, citado en un comunicado.
Para reducir sus costos, Ford también anunció que revisará el suministro de baterías para sus coches, con la transferencia de su unidad de producción común con el surcoreano LG desde Polonia hacia su base en el estado de Michigan. La fábrica provee las baterías que equipan el Mustang Mach-E, el modelo eléctrico del mítico deportivo.
BlueOval, la empresa que mantiene con el grupo surcoreano SK, proveerá las baterías eléctricas para los otros modelos que produce y los que vendrán, con producción también en Estados Unidos.
El anuncio fue bien recibido por el mercado. Las acciones de Ford ganaban 1,7 % a las 14H15 GMT en Wall Street.
Ford registró una fuerte caída en bolsa a fines de julio tras publicar resultados trimestrales que decepcionaron al mercado, en particular por pérdidas de unos 5.000 a 5.500 millones de dólares en su rama de vehículos eléctricos.
Como el resto del sector, Ford es víctima de un crecimiento menor al esperado de la venta de vehículos eléctricos en Estados Unidos a pesar de fuertes inversiones en ese rubro.