Bertín Auceda, de nacionalidad hondureña y gerente del equipo Jocoro, de la primera división del fútbol salvadoreño, volvió a interrumpir la labor periodística. Este domingo, durante el juego entre Atlético Marte y Jocoro, partido que se disputaba en el estadio Cuscatlán, un fotoperiodista de «Diario El Salvador» fue amenazado por el directivo fogonero, mientras el profesional realizaba su trabajo.
Auceda ya tiene un antecedentes con este mismo tipo de hechos que amenazan la libertad de prensa, puesto que el torneo pasado, durante un juego, siempre entre Jocoro y Marte, en el cual se dio una gresca entre los jugadores, la periodista Stefany Andrade fue privada de realizar su trabajo. Auceda la sacó del estadio fogonero.
Este domingo se repitió la historia, cuando el fotoperiodista de Diario El Salvador tomaba imágenes del público presente en el Cuscatlán. Al medio tiempo, Bertín Auceda bajó a la cancha, se dirigió al empleado de este medio y lo amenazó con pedirle que borrara el material obtenido durante el juego. Incluso, advirtió con replesalias por parte del entrenador Carlos Romero, quien estaba en las graderías, si estas eran publicadas.
El reclamo de Bertín Auceda era para evitar que se tomaran imágenes de Carlos Romero, exentrenador de Jocoro, quien está castigado por la Comisión Disciplinaria de la Fesfut, sanción que le impide hasta el ingreso a los estadios, pero el entrenador pasó por alto la orden y llegó al Monumental.
Romero fue sancionado en enero pasado, porque se vio involucrado en la gresca que se dio entre sus jugadores y los de Atlético Marte. Se le impuso seis meses de castigo sin poder dirigir. Sin embargo, Romero siguió dirigiendo desde las gradas, además de que en el partido pasado ante Alianza, por la segunda fase del Clausura, el informe arbitral señaló que el técnico entró al camerino para dar indicaciones al plantel de Jocoro.
Ante esto, la Comisión prohibió al entrenador nacional el acceso a los escenarios deportivos. Otra orden que pasó por alto, puesto que este domingo estuvo en el Cuscatlán.