Este 17 de febrero se celebra en El Salvador el Miércoles de Ceniza, una celebración propia de la Iglesia Católica y que marca el inicio de la Cuaresma. Para este año, la Iglesia Católica ha tenido que implementar algunos cambios en el protocolo de la celebración debido al contexto de la pandemia por la COVID-19 que aún golpea a El Salvador y al mundo.
Desde las primeras horas de este día, miles de feligreses en El Salvador se hicieron presentes en las principales iglesias y parroquias para celebrar el inicio de la Cuaresma y mantener viva la llama de la fe en tiempos donde la incertidumbre y la preocupación han predominado en el mundo. La pandemia no detuvo a los cristianos católicos ni apagó su devoción.
El Vaticano anunció desde inicios de este año los cambios que se implementarían en este 2021 para la celebración del Miércoles de Ceniza en todo el mundo, basándose en los protocolos de bioseguridad contra la COVID-19.Tradicionalmente, los sacerdotes hacen la señal de la cruz en la frente de los feligreses con ceniza húmeda.
Sin embargo, ahora, la harán con ceniza seca. Una vez que el sacerdote haga la oración y bendiga la ceniza para toda la comunidad, se lavará las manos, colocará bien su mascarilla para proteger la nariz y la boca, se acercará a los fieles, tomará la ceniza y la dejará caer en la coronilla de la cabeza de las personas, sin decir nada.
Siguiendo las medidas de bioseguridad establecidas, los feligreses se presentaron en las principales iglesias de San Salvador, cumpliendo con una de las tradiciones más importantes de la Iglesia Católica en El Salvador y el mundo.