La capital salvadoreña posee edificios que cuentan un poco sobre los sucesos importantes de la ciudad, en uno de los rincones en los cuales se erige un pedacito de historia se encuentra la iglesia de Nuestra Señora de Candelaria.
La fachada de la iglesia deleita la vista de todas las personas que transitan por la zona rumbo a sus trabajos, mercados, centros comerciales u hogares. Este edificio histórico se ubica en el Boulevard Venezuela y 2.ª avenida sur, barrio Candelaria, San Salvador.
Las raíces de este Monumento Nacional (considerado así desde hace 44 años) comenzaron a ramificarse en el suelo salvadoreño desde 1816, durante la época colonial en San Salvador, y fue reconstruido en 1879 debido a los daños que causó el terremoto de marzo de 1873 a la infraestructura.
Este Monumento Nacional resplandece en la ciudad por su planta arquitectónica rectangular que se divide en tres naves por dos columnatas, y cuyas columnas se erigen gracias a una base de piedra que sostienen arcos rebajados.
Su belleza cautiva a los salvadoreños que observan su entablamento que presenta una lacería finamente trabajada para evocar motivos florales que decoran el pórtico realzado, y que le acompañan unas columnas esbeltas revestidas con madera de alta calidad.
En el interior de la iglesia se pueden encontrar acabados que maravillan la perspectiva de quien visita el lugar por el cielo falso del pórtico tallado en madera, figuras elaboradas con tal precisión que transmiten perfección y pasión por parte de las manos que la trabajaron. El frontón triangular del pórtico se encuentra firmemente marcado con molduras y dentículos.
Su estilo clásico europeo presenta un terreno junto con el atrio que ocupan un área de 1,923 metros cuadrados, un artesón invertido y treinta columnas de estilo Jónico y Toscano.
El campanario de la iglesia se encuentra sobre el parapeto, y está formado por un cuerpo vertical octagonal que cuentan con ventanas de personas con arco de medio punto con tímpano que se encuentran enmarcadas con pilastras corintias. En la ventana de la fachada principal destaca un reloj representativo para quien recuerde el monumento.
Esta infraestructura histórica de San Salvador posee el Escudo Azul, emblema establecido en la Convención de La Haya en 1954, y que representa protección de los bienes culturales en caso de conflicto armado. Este distintivo adorna la iglesia desde las afueras desde 2005.
La iglesia de Nuestra Señora de Candelaria es una de las bellezas arquitectónicas más hermosas y mejor conservadas de la capital salvadoreña hasta la fecha a pesar de los terremotos e inundaciones que ha soportado en más de un siglo de historia.