El mercadito de artesanías navideñas y adornos para nacimientos que era instalado en el parque Simón Bolívar ha sido dividido y reubicado en dos puntos distintos de la capital.
Unos vendedores están en la calle Arce, cerca de la basílica del Sagrado Corazón, y ocupan cerca de dos cuadras. Otro grupo de comerciantes ha sido ubicado en la 4.ª calle poniente, entre la 19.ª y 21.ª avenidas sur, muy cerca del parque Cuscatlán.
Según María Vega, de 50 años, las figuras más buscadas son el Niño Dios, el Diablo y la Siguanaba, tanto que se ha dedi cado los últimos días a pintar más figuras de barro de estos personajes.
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Ella viaja desde Ilobasco y pertenece a la familia Vega que durante décadas se ha dedicado a la elaboración de figuras de barro para adornar los nacimientos.

Este año también pintó enfermeras con mascarillas que muestran la buena y mala forma de usarlas y que han sido la novedad por la pandemia del coronavirus.
En el centenar de puestos ubicados en los dos puntos capitalinos se puede encontrar todo lo que se necesita para armar un nacimiento: musgo, aserrín, portales y pesebres de madera, el misterio gozoso formado por el Niño Dios, la Virgen, san José, los reyes magos, un ángel, el buey y la mula.
El juego de figuras del nacimiento puede costar entre $10 y $75, dependiendo del material y del tamaño.
No faltan las figuras de soldados, policías, enfermeras, médicos, cachiporristas, vendedoras y hasta los bolitos, que se pueden encontrar desde 25 centavos cada uno.

Después del estrés del encierro causado por la pandemia, muchas familias esperan celebrar con esperanza la Navidad y visitan esta feria de los muñequitos para armar el nacimiento y esperar el día de la natividad.


