Los sentimientos se desbordan entre nostalgia, alegría, lágrimas y abrazos eternos, estos sazonados con globos, carteles y rosas que colorean la sala de recibimiento del Aeropuerto Internacional de El Salvador San Óscar Romero.
Como en semanas anteriores, cientos de compatriotas salvadoreños fueron recibidos con esa emotividad, que desde temprano hasta tarde se desplazan de la terminal aérea hacia el seno de las familias de distantes comunidades que hoy viven una seguridad plena para darle la bienvenido a los suyos.
La llegada multitudinaria de los salvadoreños en el exterior se debe a la efectividad de las estrategias de seguridad implementadas por el Gobierno del presidente Nayib Bukele, que, además de reducir los riesgos en las comunidades, ha mejorado las condiciones económicas y de conectividad.
«Mi mamá me cuenta que hoy el país está muy diferente. Hace tres años que vine, y antes de eso, tenía mucho miedo venir por cuestión de las pandillas, ahora ya se siente mucha tranquilidad venir a visitar las familias», expresó Iris Pérez, una de las compatriotas que llegó al país.
La terminal aérea se vuelve así cada día en un reflejo de la nueva experiencia de los hermanos salvadoreños que llegan a un país en paz, soñado desde hace décadas, y que ahora es una realidad.