Francia lanzará «para el verano» boreal un plan de ahorro de agua generalizado ante las «sequías cada vez más frecuentes», que incluye una adaptación de las centrales nucleares al cambio climático, anunció este jueves el presidente Emmanuel Macron.
«Tenemos un recurso hídrico renovable que se ha reducido drásticamente», aseguró Macron durante la presentación del plan en Savines-le-Lac (sureste), donde subrayó que las «sequías son cada vez más frecuentes» y el 80% de las aguas subterráneas tienen un «nivel bajo o muy bajo».
Francia vivió un invierno particularmente seco con un récord de 32 días sin lluvia, lo que no permitió reponer las capas freáticas.
«El cambio climático nos privará de entre un 30% y un 40% del agua disponible en nuestro país para 2050», advirtió.
El plan anunciado busca un ahorro del 10 % para 2030 «en todos los sectores», ya sea «la energía, la industria, el turismo, el ocio, la agricultura», e impulsar la creación de una aplicación para consultar el consumo en tiempo real y reducirlo.
La segunda economía de la Unión Europea (UE) extrae cada año una media de 33.000 millones de metros cúbicos de agua de los casi 208.000 millones disponibles en ríos, lagos o aguas subterráneas, de los cuáles un 85% vuelve a los medios acuáticos, según el gobierno.
El riego, el agua potable y la refrigeración de las centrales nucleares son sus principales usos y, en este sentido, el presidente liberal anunció a orillas del lago Serre-Ponçon medio centenar de medidas para reducir el consumo.
Las centrales nucleares, que deberán «adaptarse al cambio climático», tendrán que funcionar «mucho más en circuito cerrado», indicó Macron, quien abogó por un precio del agua «progresivo y responsable», en virtud del cual el costo aumente a medida que suba su consumo.
Los agricultores deberán poner en marcha sistemas para producir con un menor consumo de agua y menos pesticidas, aspectos que condicionarán la creación de embalses agrícolas, criticados por los grupos ecologistas.
«No se trata de privatizar el agua ni de permitir que algunos se la acaparen», subrayó el mandatario, días después que una protesta contra un embalse destinado a la agroindustria dejara imágenes de batalla campal y dos manifestantes en coma.
Otras de las medidas es la reutilización de un 10% de las aguas residuales, frente a un 1% actualmente, y una partida de 180 millones de euros (196 millones de dólares) para reducir las filtraciones de agua.
El plan se enmarca en una estrategia más global de lograr la «soberanía» de Francia en varios ámbitos como la energía.
«La soberanía alimentaria no es negociable», subrayó el presidente, para quien habrá que producir más pero sin consumir más agua.
Aunque las oenegés ecologistas celebraron que Macron reitere el objetivo de un 10% de ahorro de agua, incialmente previsto para 2025, lamentaron la falta de concreción respecto a la transformación del modelo agrícola intensivo.